Editorial: Renfe congela el precio del AVE
Tras el éxito alcanzado en 2013 con la bajada de precios del AVE, Renfe ha decidido plantarse y congelar las tarifas este año manteniendo los descuentos alcanzados. Una vez que ha aumentado un 14,8% el número de viajeros -fueron 25,6 millones-, la compañía que dirige Julio Gómez Pomar tiene que controlar que el ingreso unitario por viajero no caiga demasiado. El pasado ejercicio Renfe fue capaz de combinar una agresiva política de precios con una importante subida del canon que paga a Adif por el uso de vía y con una notable reducción de los números rojos.
Las pérdidas disminuyeron desde 39,5 millones en 2012 a 16 millones, en 2013. Un exceso de generosidad en el precio de los billetes supondría un descenso de la rentabilidad que no puede permitirse una empresa con pérdidas. No es éste el único argumento por el que Renfe ha decidido congelar precios; la decisión se impone sobre todo por el éxito que han tenido las rebajas de billetes y el efecto sobre otros medios de transporte competidores. En el caso del avión ha habido una importante captura de clientes que han optado por el AVE. Pero también se incorporaron a la alta velocidad, atraídos por las ofertas, nuevos grupos de viajeros -jóvenes y tercera edad- usuarios tradicionales del autobús.
Las empresas que operan en ambos medios presionan para evitar una política comercial de Renfe aun más agresiva, con el argumento de que no use las subvenciones que tiene como operador de servicio público para bajar precios mientras está en pérdidas. La demanda de transparencia sobre esta o cualquier otra empresa pública es el mejor antídoto para eliminar suspicacias y competir limpiamente.