Editoriales

Editorial: Una nueva financiación autonómica



    Alicia Sánchez Camacho recibió ayer un no rotundo de su partido a su propuesta de financiación diferenciada para Cataluña. El Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, dejó claro el sábado pasado en una entrevista con elEconomista, que "Cataluña debe tener un modelo de financiación como el resto". Los dirigentes populares no son los únicos con posturas divergentes al respecto. Es una contradicción que también se vive en el PSOE y en CiU, donde las diferencias son notables.

    Con independencia de las disputas políticas todos coinciden, al igual que una gran parte de la ciudadanía, en que el modelo actual de financiación autonómica hace aguas y es preciso buscar una alternativa. El talón de Aquiles del sistema actual es que da plena autonomía en el gasto, pero no la suficiente en los ingresos, lo que explica la facilidad con que las autonomías han incurrido en elevados déficit.

    Se impone una reforma del sistema de financiación -Hacienda habla de ponerla en marcha en el primer trimestre de 2014-, pero para que resulte eficaz no se puede partir de posturas maximalistas e igualitarias al extremo. Algunas CCAA ambicionan tener competencia absoluta sobre los impuestos directos, una agencia tributaria y dejarían los indirectos en el Estado, pero no todas quieren asumir este nivel competencial. Todavía muchas se arrepienten de haber asumido la Educación y la Sanidad, sin estructura para hacerlo. No hay razón para obligar a las primeras a adaptarse al ritmo de las segundas, ni viceversa. España está compuesta por realidades muy diferentes y a esta asimetría debe dar respuesta un nuevo sistema de financiación, que exige de partida un debate amplio y abierto sin condicionamientos previos.