Editoriales
Editorial: Rebajas fiscales preelectorales
La pasada semana se creó cierta polémica por el anuncio de varias CCAA del Partido Popular de bajar impuestos y realizar bonificaciones y exenciones fiscales. Anuncios que se interpretaron como una rebelión de los barones del partido contra la política fiscal de Cristóbal Montoro. En el caso de Madrid, se produjo una pelea dialéctica entre representantes del gobierno regional y el ministro, que se diluyó de la misma forma en que había comenzado. Se llegó a especular con que la región iba a rebajar un punto su tramo autonómico del IRPF (las autonomías tienen el 50% de la recaudación de este impuesto) algo que la Comunidad de Madrid se apresuró a desmentir.
Al analizar la trascendencia de los anuncios realizados se comprueba que las rebajas tributarias anunciadas son mínimas y apenas tendrán repercusión sobre los contribuyentes. Una bajada lineal de un punto en el tramo autonómico del impuesto apenas supondría un ahorro medio de 14,8 euros por contribuyente cada año. Si todas las CCAA se pusieran de acuerdo y procedieran a esta reducción, sólo dejarían de ingresar 255,5 millones del total de 35.500 millones que se recauda por este concepto.
No alcanzan tanto los anuncios realizados y responden sobre todo a una toma de posiciones ante las elecciones autonómicas que se celebrarán en 2015. Los barones no quieren asumir el desgaste electoral del Gobierno por la crisis económica y tratan de poner distancia. Mayor credibilidad ante los votantes ofrecería un debate en profundidad sobre las bases de un nuevo modelo de financiación autonómico; la eliminación de duplicidades con el Estado y las competencias que cada autonomía realmente quiere asumir.