Editoriales

Editorial: Adiós a la maraña de contratos



    El Gobierno tiene muy avanzado el proyecto para reducir de 41 a 5 los formularios de contratación y simplificar la maraña de bonificaciones todavía vigente. Tras su negociación con las fuerzas sindicales, el retoque a la reforma laboral dejará sobre la mesa del empresario cinco modelos de contratación: indefinidos, temporales, de relevos, en prácticas y el de formación y aprendizaje. Se trata de una decisión valiente de la ministra Fátima Báñez por distintas razones.

    En primer lugar, porque supone el reconocimiento implícito de que la reforma laboral se había quedado corta, tal y como ha venido insistiendo Bruselas durante los últimos meses. De igual forma, porque la reducción se alinea con las pretensiones de la patronal en detrimento de la opinión de los sindicatos, contrarios a introducir nuevos cambios sobre la base de que en España sólo se utiliza el contrato temporal. Un tabú que la propia ministra se ha encargado de romper al revelar que ha disminuido desde el 25% del último trimestre de 2011 al 23,1% en los últimos tres meses. La realidad es que el actual modelo de contratación es un lastre para los empresarios, especialmente para las pymes y autónomos, por su enorme rigidez y complejidad jurídica.

    Esta adecuación al principal tejido productivo del país debe facilitar la reactivación del mercado laboral, tal y como ha sucedido en el pujante sector exportador. No conviene olvidar que el 75% de la economía española se apoya en los servicios, un sector estacional que requiere de mayor flexibilidad. El retorno de la economía a la senda del crecimiento será el complemento perfecto para calibrar el alcance de una vuelta de tuerca tan urgente como necesaria.