Editorial: El IVA repunta en primavera
Nueve meses después de que el Gobierno aprobase la subida de los tipos del Impuesto Sobre el Valor Añadido (IVA) la medida ha comenzado a dar sus frutos en forma de mayores ingresos para las arcas públicas. Al término del mes de junio la Agencia Tributaria recaudó por este impuesto un total de 2.640 millones de euros, un 100,2% más en términos interanuales. Y la comparación también resulta beneficiosa si el periodo computado se amplía al primer semestre del ejercicio, en el que se recaudaron 25.469 millones, un 5,7% más. ¿Se trata de un cambio de tendencia firme o pasajero?
La pregunta tiene su miga y sólo podrá ser resuelta atendiendo a la evolución que sigan los ingresos en los próximos meses. Sí parece claro que este notable crecimiento de la recaudación obedece a la caída contabilizada desde el mes de mayo en las devoluciones mensuales a grandes empresas y grupos, fruto en líneas generales de su menor actividad comercial, concretada en un recorte de ingresos.
Igualmente es imputable al menor descenso del consumo privado y, finalmente, a la disminución del volumen de IRPF reembolsado a los particulares por su declaración de la renta. En todo caso, el Ministerio de Hacienda no debe echar las campanas al vuelo para justificar una subida impositiva que no debió de producirse y que hasta la fecha no había justificado su introducción. Los claros síntomas de recuperación que día a día ofrece la economía española -el consumo de gasolinas y gasóleos creció ligeramente en mayo- hubieran sido más notables y consistentes si se hubieran abortado las subidas del IVA e IRPF. Dos impuestos que a la postre han estrechado los ingresos y el consumo de pymes y familias.