Editoriales

Editorial: Portugal hace temblar los mercados



    Pequeño, disciplinado y sufridor, Portugal había sido hasta ahora el país receptor del rescate que menos quebraderos de cabeza había suscitado a la troika. La Comisión Europea ha preferido ignorar que, aun con los sacrificios exigidos, difícilmente los portugueses podrían alcanzar los objetivos previstos porque le faltan fundamentos económicos para conseguirlo. No obstante su primer ministro, Pedro Pasos Coelho, afirmaba recientemente que dos terceras partes del ajuste se habían completado y que en un año más su país estaría en disposición de volver a financiarse en los mercados.

    El alumno aventajado de la UE corre el riesgo de perder de nuevo la confianza de los inversores -las bolsas europeas sufrieron ayer intensas caídas y subió el interés de los bonos- y arrastrar a los países de su entorno, como bien reflejó el Ibex, cuya caída sólo se amortiguó por la buena apertura de Wall Street.

    Los portugueses han comprobado que los "dos años terribles" que anunció el primer ministro Pasos Coelho al inicio de la legislatura han sido peores de lo anunciado. El paro y la destrucción de empresas ha seguido creciendo, la deuda se sitúa en 127% del PIB y la fatiga de los ajustes ha culminado con una crisis de Gobierno, que los mercados creen que puede comprometer el programa de asistencia y agriar la relación con la troika. Lo que está sucediendo en Grecia y Portugal cuestiona la efectividad de los rescates.

    Este es el origen de la división en el seno del Gobierno luso que ha provocado la crisis. La solución pasa porque, además de cumplir sus compromisos, se insufle al país oxígeno que haga concebir esperanza a sus ciudadanos. Está en juego que se reactive la crisis de deuda y que se extienda a España y al resto de la Eurozona.