Editorial: Ordóñez y Caruana, en la mira
Poco a poco y lentamente la Justicia va colocando en el lugar que les corresponde a los principales actores del sector financiero español, responsables por acción u omisión de la mayor crisis bancaria jamás vivida en la historia del país. A instancias de una querella presentada por Manos Limpias, la magistrado Susana Trujillano del Juzgado de Instrucción número 7 de Madrid ha detectado indicios delictivos en la gestión de los dos últimos exgobernadores del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez y Jaime Caruana, que van a ser investigados por la fiscalía. La novedad no acaba aquí, porque por primera vez la jueza ha extendido la investigación a los exdirectores generales encargados de la supervisión del sector durante el mandato de ambos. La indagación encargada no tiene carácter vinculante, por el momento, pero a cambio reconoce que la actuación del banco emisor dejó mucho que desear en materia de inspecciones y en las conclusiones derivadas de esta actividad, que fueron alteradas intencionadamente. La decisión de la juez supone que no solo se buscan a los responsables directos del desastre de las cajas, sino también de aquellos que teniendo la obligación de supervisar esta actividad miraron con dejadez hacia otro lado.
Tanto Ordóñez como Caruana pensaron que la crisis iba a tener una duración limitada y que su impacto en las maltrechas cuentas de las cajas sería menor y no afectaría a su viabilidad. Pero se equivocaron porque, de nuevo altaneramente, obviaron los innumerables mensajes y las informaciones publicadas por los medios, entre ellos elEconomista, que alertaban de la gravedad de la situación. Ha llegado pues la hora de que ambos hagan frente a sus responsabilidades.