Editorial: La deuda atrae otra vez a los extranjeros
Las palabras de Draghi en septiembre constituyeron un revulsivo para la huida de inversores de la deuda española. Desde ese mes y hasta cerrar diciembre cambió radicalmente la tendencia. La presencia de extranjeros en la deuda soberana se incrementó en 32.826 millones. Algo muy diferente de lo que sucedió en los ocho primeros meses del año -un periodo de continuas turbulencias, sobre todo a partir de la primavera-, en los que los inversores extranjeros se deshicieron de 89.603 millones en letras, bonos y obligaciones. Por ello, 2012 se salda con una fuga de deuda en manos foráneas de 57.000 millones, la más abultada de la historia. El cambio de tendencia eclipsa el mal resultado y muestra una cierta recuperación de la confianza.