Editorial: Emprendedores, en la cuneta
En unas semanas el presidente del Gobierno da cuentas de su primer año de mandato en el debate sobre el estado de la nación. Por ello, el Consejo de Ministros apretará el acelerador legislativo en las próximas semanas. Los ministros de Hacienda y Trabajo, coincidiendo con la visita del Comisario de Economía, Olli Rehn, se apresuraron ayer a publicitar los contenidos de la futura ley de emprendedores. Lo anunciado decepciona porque no responde a la reforma que se necesita. En el aspecto fiscal se renuncia a la medida fundamental: la compensación fiscal de la deuda pendiente de las Administraciones con los emprendedores, con lo cual se aliviaría la morosidad con pymes y empresas. La reforma local sí prevé compensación entre Administraciones, una fórmula que inyecta liquidez pero no garantiza acabar con la morosidad.
Para incentivar el empleo juvenil se establecerá una tarifa plana a emprendedores que contraten a menores de 25 años -50 euros frente a los 254 actuales durante los seis primeros meses-, que supone un incentivo de unos 1.224 euros claramente insuficiente. Se trata de un conjunto de medidas que, más que infundir confianza y crear una base sólida de emprendedores autónomos, distorsionará el funcionamiento del mercado, puede potenciar ciertas formas de fraude y posiblemente eleve el déficit de la Seguridad Social. La compensación fiscal y una tributación que tenga en cuenta los ingresos realmente percibidos es lo que los autónomos necesitan. Sin embargo, Cristóbal Montoro después de un año de haber optado por la subida de impuestos, deja sin contenido la ley de emprendedores y redacta una norma para el debate del estado de la nación que les deja en la cuneta.