Editorial: El paro no toca fondo
El ajuste del empleo no ha tocado fondo. El año pasado el número de ocupados se redujo en 850.500 personas, el peor resultado después del millón y medio que se perdió en 2009. El impacto del paro desincentiva la búsqueda de empleo y la población activa se redujo a 16.957.100. Al mismo tiempo, el número de parados creció en 187.300 personas, hasta alcanzar prácticamente los 6 millones (5.965.400) -cifra que se rebasará en poco tiempo- y la tasa de paro se sitúa en el 26,02%. Lo más preocupante de la encuesta es que certifica, en contra de lo que afirmaba hace unos meses el Gobierno, que el paro sigue creciendo en el sector privado y, por supuesto, también en el público.
Son muy malas noticias, en primer lugar para las personas que padecen esta situación -vuelve a aumentar el paro de larga duración y entre los jóvenes-, pero también para toda la sociedad y para las cuentas públicas. La previsión presupuestaria prácticamente se vuelve papel mojado al haber hecho el Ejecutivo sus cálculos con una tasa de paro del 24,3%. Un varapalo para las cuentas de la Seguridad Social y para el gasto en desempleo. ¿Cuándo se va a frenar esta sangría? Los economistas consideran que no se volverá a crear empleo mientras no haya crecimiento. Algo que no será posible hasta que España pueda aligerar el peso de su deuda. Aunque se busque una fórmula -todo lo eufemística que se quiera- para que la refinanciación de la deuda no se llame rescate, habrá que hacerlo. Los empresarios afirman que ya no se puede esperar. Hay que efectuar nuevos cambios en el mercado laboral que faciliten la competitividad y el empleo, porque la prioridad es frenar el paro que todavía va a seguir creciendo.