Editoriales

Editorial: Preocupa el gasto en pensiones



    Por si la economía española tenía pocos problemas, se le une otro más: la inflación. La subida que los precios están experimentando en los últimos meses pone de manifiesto lo necesarias que son reformas para hacer los mercados y la distribución comercial mucho más flexibles. La política monetaria del BCE está inyectando liquidez en la Eurozona. Un dinero que facilita el crédito en los Estados del norte, aunque no logra llegar a las empresas y consumidores del sur porque lo utilizan las entidades financieras para comprar deuda pública de sus respectivos países.

    Esta liquidez que inunda los mercados está presionando al alza sobre los precios y es causa de gran preocupación en el Gobierno que, a su vez, también presiona a las petroleras para que atemperen la repercusión del aumento del petróleo sobre los precios de combustibles y carburantes.

    Competencia denunció en un informe reciente que las subidas del petróleo se trasladan a los consumidores con mucha más rapidez que las bajadas. La rigidez de los mercados provoca estas distorsiones. Sin embargo, lo que en estos momentos preocupa al Ejecutivo es el impacto que el incremento de la inflación va a tener sobre las cuentas de la Seguridad Social. La factura de compensar a los pensionistas por sobrepasar el 1% de inflación, que es lo que han subido sus prestaciones, puede superar los 3.000 millones. Con este horizonte parece bastante irresponsable y difícil justificar una nueva subida de las pensiones en 2013.