Editorial: Las infraestructuras que necesitamos
Los recortes obligan a afinar la elección de objetivos. En el Ministerio de Fomento, con una caída de la inversión del 34,6%, el trabajo de selección merece una consideración especial. Desde los poderes públicos es fácil caer en la tentación de construir infraestructuras a ninguna parte -como se ha criticado desde estas páginas- o, en plena crisis, no calibrar bien cuáles son las realmente necesarias por su impacto económico y social. El AVE a Galicia y la Y vasca de alta velocidad se han llevado la mejor parte del reducido presupuesto de Ana Pastor. Es importante finalizar esas obras, pero levanta suspicacias el hecho de que estas dos comunidades autónomas son las que tienen elecciones a la vista. El Gobierno debe evitar los clientelismos.