Editorial: Hay que completar las reformas
La tormenta económica vuelve a arreciar sobre la Eurozona, con especial rudeza en la periferia porque las dudas no se disipan. Ayer la bolsa bajó a los 7.660 puntos, la prima de riesgo escaló a 390 y el Tesoro se vio obligado a ofrecer una rentabilidad por encima del 5,5% rompiendo la tendencia a la baja de las últimas subastas. Los inversores vuelven a desconfiar de la deuda española porque juzgan que España se está demorando en hacer el trabajo. Fue Draghi quien puso el dedo en la llaga del problema al señalar que Grecia y España necesitan más reformas. Los mercados interpretan que en España los Presupuestos abordan el ajuste para cumplir con el objetivo de déficit, aunque no es tan duro como los de Grecia y Portugal; la reforma laboral se considera adecuada, aunque todavía se sigue destruyendo empleo; el sector inmobiliario no toca suelo; no se entiende la configuración administrativa territorial, se duda de que las autonomías cumplan el objetivo de déficit y los bancos no se han sometido a la reestructuración que hubiera sido deseable.
Se rechazó crear un banco malo y probablemente haya que hacerlo. El problema grave es la lentitud y falta de exigencia con que se está desarrollando la reforma financiera cuando las cosas se pueden complicar todavía más. El sector difícilmente puede aguantar mucho tiempo más sin completar su ajuste. Fernández Ordóñez debe plantearse su salida anticipada del BE si no es capaz de culminar la reordenación del sector financiero. Por su parte, el Gobierno debe meter presión en la reforma financiera, reformar el sector público y controlar que las comunidades autónomas emprendan ya sus propios ajustes. Completar las reformas de forma inmediata es la forma de recuperar la confianza.