Editorial: Una operación ejemplar
La Caixa presentó ayer oferta de compra de Banca Cívica por 1.000 millones de euros, que supone una rebaja del 11% sobre su valor actual y del 30% sobre el de salida a bolsa. La operación se va a realizar sin necesidad de acudir a ningún tipo de ayuda externa. Bien es cierto que la entidad catalana va a comprar a un precio muy bajo, que pone de manifiesto el mal momento que atraviesa el sector financiero. No así el grupo liderado por Isidre Fainé, que con la adquisición de Banca Cívica -integrada por Caja Navarra, Cajasol, Canarias y Municipal de Burgos- se configura, con un volumen de activos de 342.000 millones de euros, como la mayor entidad que opera en España, al menos de momento. En los próximos meses se esperan nuevos movimientos con la subasta de Catalunya Caixa y Banco de Valencia antes del verano y la de Novagalicia, previsiblemente en otoño, que pueden variar el ranking.
La integración de Banca Cívica en La Caixa constituye la cuarta fusión que se produce tras la reforma financiera y la segunda que se produce sin ayudas. Precisamente las exigencias de la reforma son las que han llevado a los consejos de administración de las entidades agrupadas en Banca Cívica a estudiar la proposición de La Caixa. Cierto es que no tenía muchas opciones, porque a la entidad copresidida por Pulido y Goñi no le quedaba más alternativa que la nacionalización y con toda probabilidad la subasta posterior. Fainé ha conducido la operación de una forma rápida y efectiva, que ha evitado que el proceso se pudiera complicar con injerencias políticas. En este caso, una situación que empezaba a ser motivo de mucha preocupación se ha saldado con una operación ejemplar.