Editorial: Un respiro en los mercados
Y tras la cumbre europea, se hizo la luz. Pese a que por una vez los líderes de la UE no hayan vendido el megaprograma para salvar al euro y nos hayan ahorrado algunas de sus frases más grandilocuentes, esta vez los mercados sí que empiezan a dar señales de verdadero relajamiento.
Muestra de ello es que la prima de riesgo española ayer cayese por debajo de los 300 puntos y el interés del bono a diez años se redujese hasta el 4,85 por ciento, unos niveles tan bajos que no se conocían desde noviembre de 2010. La exitosa subasta de letras portuguesas a tres y seis meses desempeñó un papel fundamental.
Parece que los mercados han celebrado que alemanes y franceses hayan levantado el pie del acelerador para los programas de austeridad y que se avance en la composición de un fondo de rescate armado con 1,5 billones de euros, en parte ayudado por el FMI. El BCE ha contribuido decisivamente con sus préstamos a tres años a los bancos.
Además, los datos de producción industrial de Alemania y Francia fueron mejor de lo esperado y alejan por el momento el panorama de una profunda recesión también en el núcleo del euro. El PMI chino fue muy bueno, y los datos industriales de EEUU, aunque no tan optimistas, aún arrojan ritmos de crecimiento. El escenario es un poco menos sombrío. Pero sobre todo lo es porque se diferencia entre Portugal y España o Italia.
Se da por perdida a Lisboa, pero se entiende que Europa hará lo que haga falta para evitar la caída de Madrid o Roma. Todavía quedan muchos riesgos en el camino, pero ayer por lo menos se agradecía el respiro, justo en unos meses decisivos para los vencimientos españoles e italianos.