Fátima Báñez dejó claro ayer a los sindicatos que el texto de la reforma laboral se mantendrá básicamente tal como ha sido aprobado por el Gobierno tras su trámite parlamentario. Báñez sólo se mostró dispuesta a aceptar mejoras técnicas, que puedan perfeccionar el Decreto Ley, pero en ningún caso el grupo Popular, que tiene mayoría absoluta en el Parlamento, admitirá cambios de calado. La reforma, que ya ha entrado en vigor, no debe desviarse de sus objetivos fundamentales en aras de un consenso con los agentes sociales que no ha sido posible.La norma aprobada por el Gobierno español contiene medidas duras pero necesarias, en línea con lo que ya se aplica en los Estados de la UE, que han tenido menos problema de paro durante la crisis. Por algo Merkel le ha dado su respaldo.