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Las paradojas de la última caída del crudo

30/11/2018 - 7:10
  • El crudo acumula su octava semana consecutiva a la baja, algo no visto desde 2014
  • Su caída no ha mellado las previsiones de beneficio de las petroleras
  • Ni ha servido para disparar las estimaciones de las aerolíneas
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Tras dos meses de intensa caída, el barril de crudo Brent se paga en el mercado de materias primas a cerca de 50 dólares, un nivel no visto en casi 12 meses. Ocho semanas consecutivas de descensos -entre ellas la más bajistas de los últimos dos años- que han hecho 'correr ríos de tinta' en el mercado sobre esta commoditie.

Este movimiento no ha gustado a los inversores en esta materia prima, ni a aquellos que se fijan en las compañías que operan con ella como principal fuente de negocio (véase extractoras, refineras, exploradoras...). No en vano, su fluctuación en los parqués afecta de manera directa al estado de salud de su negocio.

La mejor muestra de ello es el comportamiento en bolsa de las compañías dedicadas a este ámbito. Las firmas de exploración, producción y perforación, y las de equipamiento y servicio de esta industria, son las más castigadas en los parqués al dejarse cerca de un 30 y un 7% de su valor en lo que ha transcurrido de 2018. Por su parte, las firmas de refino y marketing y las de almacenamiento y transporte son las que menos han sufrido en ese sentido y han visto como sus pérdidas en el parqué eran de menor calado.

Hasta este punto, nada se aleja de una reacción normal a la evolución de una materia prima con tanta penetración en el mercado. Sin embargo, se puede encontrar una gran paradoja en el movimiento protagonizado por el barril de crudo: no se ha dejado sentir en las estimaciones de beneficio de las compañías que operan con él.

Un recorte de precios tan abrupto y prolongado como el que ha registrado el barril de petróleo no se ha dejado sentir en las previsiones de ganancias que los expertos proyectan para este sector en los próximos ejercicios. De hecho, los analistas añaden 10.000 millones de euros más a las previsiones de 2018, 2019 y 2020 de las compañías más capitalizadas de esta industria.

"El barril de petróleo ha registrado un descenso tan pronunciado principalmente por la evolución de la oferta: algunos países de la OPEP como Arabia Saudí están produciendo en octubre más de lo que anunciaron y también EEUU está produciendo muchísimo", asegura Gero Jung, Economista Jefe en Mirabaud Asset Management y miembro del Comité de Inversiones de Mirabaud. "Si a eso se le suma que la demanda se ha mantenido más o menos estable en los últimos meses el resultado es el que hemos tenido: un descenso del precio del crudo", explica el experto.

"Sin embargo, para 2019 nuestras previsión es que la producción se estabilice y que la demanda se mantenga en los niveles actuales dado que no esperamos una ralentización del crecimiento de la economía a nivel mundial, lo que provocaría un vuelta a niveles de 55 o 60 dólares por barril".

Como Jung, son muchos los analistas que confían en una recuperación del precio del crudo a corto plazo, lo que podría explicar, en parte, que las previsiones de ganancias de estas compañías no se vean alteradas de cara a los próximos ejercicios en uno u otro sentido. Y es que se trata de de una commoditie "muy manipulable geopolíticamente" por los principales productores del mundo. En este sentido, de cara a la reunión de la OPEP del próximo 6 de diciembre "se especula con un recorte de producción", aseguran desde A&G Banca Privada, algo que podría provocar un cambio de tendencia.

En este sentido, gigantes como Chevron, EOG Resources, o Marathon Petroleum han visto como sus previsiones de ganancias se ven incrementadas para 2018, 2019 y 2020 en más de un 5% cada año, mientras que menos de un tercio de las firmas de esta industria han visto como los expertos recortaban sus estimaciones.

La segunda gran paradoja

La segunda gran paradoja de este movimiento bajista del crudo se puede encontrar en el comportamiento de las empresas industriales, aerolíneas o las de transporte por carretera, todas ellas, en teoría, favorecidas por una factura energética más reducida.

El petróleo es una parte esencial para estas empresas y el descenso de su precio debería ser bien recibido entre ellas. No en vano, en la industria aérea representa un elemento básico de competitividad. "Para las aerolíneas, el coste del combustible supone cerca del 30% de sus costes fijos, por lo que deberían ahora disfrutar de descuentos", aseguran desde la Fundación para la Eficiencia Energética.

Pero la realidad, de nuevo, es diferente. La caída del precio del crudo no ha pesado tanto en las estimaciones de los analistas como cabría esperar. Ahora, las estimaciones de ganancias de estas compañías son inferiores a las registradas antes de que se produjera el descenso del precio del crudo.

Las primeras espadas del sector en Europa, independientemente de si son de bajo coste o no (IAG, Lufthansa, Air France, easyJet o Ryanair Holdings) esperan ahora unos beneficio inferiores a los proyectados hace dos meses