Cuando hace casi tres meses se anunció la salida a bolsa de Xiaomi, las firmas competidoras temían un trasvase de capital inversor hacia el fabricante chino especializado en los terminales de gama media.
Sin embargo, Xiaomi deja pérdidas de más del 8 por ciento desde que salió al mercado mientras que Samsung se anota cerca de un 4 por ciento en el mismo periodo.