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La deuda pública y la banca china estarán detrás del próximo 'shock' económico

7:00 - 14/09/2018
  • Los analistas alertan del riesgo del elevado apalancamiento de los países 10 años después de Lehman

"Lo próximo que pase en el mercado no será como la caída de Lehman Brothers, será otra cosa totalmente distinta a la que también tendremos que adaptarnos", observa, consternado, Nicolás Fernández, director de análisis de Banco Sabadell. 10 años después de la quiebra del coloso de la banca de Estados Unidos que desencadenó los 6 meses más dramáticos en mercado desde el crack del 29, esta opinión es generalizada entre los gestores, economistas y directores de análisis españoles que ya tenían dinero en juego en los mercados financieros entonces y que siguen en activo ahora.

Después de que Wall Street haya firmado el ciclo alcista más largo de su historia, con Estados Unidos tensando las relaciones comerciales a nivel global, viendo las incertidumbres que surgen en las economías emergentes, especialmente en China, y ante la posibilidad de que las economías desarrolladas tengan problemas para enfrentarse a sus elevados endeudamientos en pleno proceso de retirada de los estímulos financieros heterodoxos que se vieron obligados a aplicar los bancos centrales, otra crisis ronda las cavilaciones de los expertos, pero nunca en sus proyecciones se repite una derrumbe similar al de 2008. "Estas cosas siempre son inesperadas y ahora mismo hay mucha gente tratando de llamar la atención diciendo que viene el lobo, y el lobo vendrá cuando hayan perdido credibilidad los agoreros, como en el cuento", bromea Víctor Alvargonzález, socio fundador de Nextstep Finance.

"Ahora no parece haber Lehmans en el horizonte", reconoce Juan Ignacio Crespo, economista y asesor del fondo de inversión Multiciclos Global de Renta 4. "Lo único que ha aprendido el sistema económico global en esta última década es precisamente que no ocurra otro casi similar", se lamenta, por su parte, Daniel Lacalle, director de inversiones de Tressis, quien considera que "las políticas monetarias aplicadas han zombificado la economía" al tapar los problemas de deuda, los balances ineficientes...

"En la próxima crisis, probablemente, el componente de pánico financiero no jugará un papel tan protagonista como en 2008, aunque, como en toda crisis, jugará su papel", continúa Juan Ignacio Crespo. Entonces, ¿cuál será el desencadenante? "Más bien hay que pensar en una combinación de problemas en los emergentes complicados por la crisis comercial de Estados Unidos con China", señala el economista.

Efectivamente, en los últimos meses, la guerra arancelaria impulsada por la Administración norteamericana de Donald Trump ha puesto en alerta a todo el sistema económico, amenazando el crecimiento global y aflorando problemas latentes de las economías emergentes más débiles, como Argentina o Turquía, lo que ha dejado su impronta con especial inquina en la bolsa española por la elevada exposición a estos mercados.

Pero el emergente que realmente se aparece en las pesadillas de los analistas es el gigante asiático. "Es la gran incógnita", admite Sergio Míguez, director de Relaciones con Inversores de Efpa. "La próxima crisis podría venir de China y del shadow banking del país (banca en la sombra)", piensa Victor Alvargonzález.

"Dos circunstancias podrían provocar una situación parecida la caída de Lehman Brothers: una crisis del sistema financiero chino", coincide Lola Solana, gestora de Santander Small Caps, quien añade "una ruptura del euro". Y lo cierto es que aunque los últimos golpes están viniendo de fuera, el euroesceptismo es una amenaza constante en el club comunitario al que pertenece España, y principalmente se debe a que "el sector público se ha ido endeudando cada vez más y la deuda ha llegado a niveles alarmantemente altos en muchos países", según incide Javier Ruiz, director de inversiones de Horos AM. "Están en cuestión algunos sistemas monetarios que pudieran llegar a no pagar esas deudas, ni satisfacer las necesidades de gasto del Estado de Bienestar que hay en Occidente, cuyo no cumplimiento provoca cambios políticos hacia posturas radicales que podrían hacer aparecer cisnes grises (acontecimientos improbables que tendrían un gran impacto en la economía global)", reflexiona Alberto Espelosín, gestor de Abante Pangea.