Una de las líneas más conocidas del refranero popular es aquella que asegura que nunca llueve a gusto de todos. Ésta se puede aplicar a lo que sucede en torno a los negocios que rodean al sector de la madera que, después del cacao, es la materia prima que más se ha encarecido en lo que va de año. Desde el comienzo de 2018, su precio se ha impulsado más de un 25% (en mayo llegó a marcar máximos históricos en los 651 dólares por tabla de 1.000 pies).
Este repunte supone un enriquecimiento extra para el conjunto de las compañías que conforman el sectorial S&P Global Timber & Forestry Index, que se anota más de un 8% desde el primero de enero. Y es que este aumento se traslada de forma general a una mejora de las estimaciones de beneficios, tal y como apuntan los expertos de Bloomberg. "Este año debería mantenerse el aumento de las expectativas de ganancias en la industria maderera tanto en cuanto los precios de esta materia continúan desafiando las perspectivas", apuntan. Entre las causas, la agencia norteamericana destaca que, "está habiendo un repunte de la demanda desde el sector de la construcción de vivienda [según una encuesta recogida por la agencia, se construirá un 9% más de vivienda nueva en 2018 con respecto al ejercicio pasado".