Facebook conmemora este viernes el sexto aniversario de su salida a bolsa, en un año en el que ha visto sus acciones marcar máximos en los 193 dólares y también tambalearse por la crisis de confianza que suscitó la recopilación de datos personales de millones de usuarios por parte de la empresa Cambridge Analytica, vinculada a la campaña presidencial de Donald Trump. Sin embargo, la compañía californiana no ha sufrido ningún deterioro de su recomendación desde mediados de marzo.
¿Está Facebook hecho de hierro? La red social de Mark Zuckerberg ha salido airosa de la última crisis, quizá la más grande de su historia en términos de confianza. Las revelaciones de que la compañía habría permitido la recopilación de datos personales de los usuarios de su plataforma por parte de Cambridge Analytica, que después serían vendidos y utilizados para otros fines, no ha hecho mella en el comportamiento de sus acciones en el parqué ni en el consejo favorable de los analistas.
Desde que estalló la crisis, los títulos clase A de Facebook corrigieron casi un 18% de su valor entre el 16 y el 27 de marzo de este año, y no fue hasta el pasado 10 de mayo cuando superaron de nuevo los 185 dólares por acción que marcaban antes del desplome. Sin embargo, en los últimos días, han caído hasta la zona de los 183 dólares. Cualquiera se atrevería a preguntar aquello de ¿qué crisis? tras comprobar que en tras la última corrección de Facebook en el parqué la recomendación de compra ha mejorado todavía más.
Un 93,3% de los 45 analistas que siguen a la firma tecnológica aconsejan adquirir sus títulos frente al 88,6% de 44 expertos que lo hacía el 15 de marzo, un día antes de la caída en picado. Además, por si fuera poco, la estimación de beneficios para 2018 ha aumentado en 875 millones de dólares con respecto a lo que se preveía antes de la crisis, y el precio objetivo del consenso de mercado que recoge FactSet, en la zona de los 220 dólares, ya está muy cerca del que se esperaba en los días previos a la corrección.
En este escenario, Facebook celebra esta semana el sexto aniversario de su salida a bolsa, un 18 de mayo de 2012 en Nueva York. El primer día, las acciones de la red social acabaron la sesión en los 38,23 dólares, un 0,6% por encima del precio inicial de salida a bolsa. Así lo relataba entonces el periodista Michael J. de la Merced en The New York Times: "Tras una inauguración con retraso, los títulos de Facebook empezaron a cotizar sobre las 11.30 de la mañana, a un precio de 42,05 dólares, pero las acciones de la compañía cayeron poco después, poniendo repetidamente a prueba el precio de salida como suelo".
La que en su día fue la tercera mayor salida a bolsa de Wall Street, con más de 566 millones de acciones cambiando de manos, no estuvo exenta de polémica. Antes su salida a bolsa, algunas voces se preguntaban si Facebook no sería tan efímera como MySpace, si estaba sobrevalorada o si era una buena idea invertir en una compañía que acababa de comprar Instagram, por aquel entonces una red social en ciernes sin ingresos.
Lo cierto es que todas estas dudas llevaron a Facebook a cotizar durante los siguientes catorce meses por debajo de los 38 dólares, su precio inicial de salida a bolsa. Incluso bajó hasta los 17,55 dólares en septiembre de 2012, su precio más bajo. Sin embargo, el piloto Zuckerberg supo despejar dudas y condujo a su bólido hacia cotas más elevadas. Desde su estreno en el parqué, la compañía que surgió en un campus de Harvard se ha revalorizado un 388% y ya es la quinta firma del S&P 500 con mayor capitalización bursátil, por detrás de Apple, Amazon, Alphabet y Microsoft.
"La compañía, a la vez que salía a bolsa, estaba esencialmente en medio de una reforma de todo su modelo de negocio. La firma abandonó los anuncios para ordenador, que generaban de 4.000 a 5.000 millones de dólares de ingresos anuales, y se dedicó en lugar de eso a nuevos anuncios por los que lograban ingresos cada vez que la gente navegaba por Facebook en sus teléfonos", explican desde Bloomberg. Si a comienzos de 2012, Facebook generaba el 3% de sus ingresos por publicidad de los móviles, ahora es el 85%.
En estos seis años de cotización, el mayor ascenso de las acciones de Facebook en un día fue un 29,6%, que tuvo lugar el 25 de julio de 2013. La visión de Zuckerberg de monetizar sus redes sociales, por medio de anuncios insertados en el muro de noticias y en los vídeos y fotos del incipiente Instagram, empezaba a arrojar resultados y el auge de la demanda por la publicidad en dispositivos móviles contribuyó a mejorar las previsiones de beneficio e ingresos que los analistas esperaban en el segundo trimestre de 2013.
Menos de tres meses después de salir a bolsa, Facebook vivió su mayor caída en bolsa en un día. Los títulos de la compañía retrocedieron casi un 12% como consecuencia de los malos resultados corporativos de Zynga, en ese momento el mayor desarrollador de juegos para Facebook. Zynga no logró mejorar las estimaciones de ventas de los analistas en el segundo trimestre de 2012. La compañía culpó en parte a Facebook del batacazo, según indicaron desde Bloomberg, alegando que "los cambios en la web hicieron más difícil que los usuarios encontrasen los juegos ya existentes", además de "la competencia con un número creciente de aplicaciones en la red social y en dispositivos móviles".