Cada vez son más las evidencias técnicas que sugieren que los mínimos que marcaron las bolsas europeas en el mes de marzo han sido el suelo de la última corrección bajista y el punto de origen de un ascenso que podría buscar objetivos iniciales en los altos del año, algo que hasta el momento parecía un sueño pero que poco a poco podría convertirse en una realidad.
En este sentido, tres semanas consecutivas de alzas han llevado a las principales referencias del Viejo Continente a aproximarse a la resistencia clave que en numerosas ocasiones hemos señalado desde Ecotrader, ya que ahí se encuentra la línea divisoria que separa un contexto de reanudación de la tendencia alcista principal de un simple rebote por sobreventa.