Por ahora, el Ibex 35 ha logrado salvar los muebles en el arranque de 2018, pero la línea que separa un contexto bajista de uno alcista sigue siendo demasiado fina. Si bien el selectivo ha logrado recuperar los soportes de corto plazo, aún tendría que escalar más de un 3% para alejar la sombra de las caídas.
Y es que el índice español ha puesto en el punto de mira los 9.800 puntos, un nivel que de perderse abriría la puerta para que el descenso llegase a los 9.000 puntos, lo que implicaría una caída del 10,7% desde los niveles actuales. Eso sí, para que este escenario cobre fuerza la bolsa española también necesitaría que los selectivos europeos cediesen los mínimos de agosto que, en el caso del EuroStoxx 50, se encuentran a casi un 3%.