"Rara vez un sector económico ha experimentado cambios tan profundos a un ritmo tan rápido". Y eso es algo que, en palabras de Isabelle Kocher –la Directora General de Engie–, ha hecho tan especial e impredecible a un sector como el energético durante los últimos ejercicios.
"La revolución energética" que se ha dado en el mundo a lo largo de los últimos años ha provocado una elevada volatilidad en las firmas del sector cotizadas. La aplicación de la tecnología digital a este ámbito y el auge de las energías renovables no ha pasado desapercibida para estas firmas, y menos para Engie, uno de los principales protagonistas en este sentido al calor de su elevado peso en el sector.
La firma, que capitaliza 36.000 millones de euros forma parte de la herramienta de inversión de 'elEconomista', 'elMonitor', gracias a la recomendación de compra que le otorgan los analistas. Y siempre ha estado en el centro de las miradas por su política de retribución al accionista.
Si bien es cierto que su elevado dividendo se ha visto mermado durante los últimos años ante la complejidad de su situación financiera (en 2014 y 2017 ha reducido sus pagos), también lo es que la compañía se ha preocupado por buscar las vías necesarias para poder seguir haciendo las delicias de los inversores en esta materia.
En este sentido, la Junta General de Accionistas de Engie celebrada en 2014 aprobó la implementación de un dividendo adicional del 10% para todos los accionistas que mantuvieran sus títulos durante al menos dos años seguidos (años naturales completos) hasta la fecha de pago del dividendo y que lo solicitaran. Una política que ahora está siendo estudiada por otras grandes firmas del sector.
Así las cosas, ha sido este mes de octubre cuando este dividendo adicional se pagó por primera vez a cuenta del año financiero 2016 (se abonó al mismo tiempo que cuando se pagó el dividendo). Pero este no será el último. Los inversores de Engie tienen hasta el 31 de diciembre de 2017 para registrar sus acciones y así poder beneficiarse en 2020 del dividendo de bonificación que pagará a cuenta del año 2019.
A parte de este bonus, la firma gala seguirá con su política de retribución tradicional, que es el principal pilar en el que se sustenta la estrategia de 'elMonitor' en ella.
"La nueva Engie debería tener el potencial de aumentar los dividendos a partir de 2020", aseguran desde el departamento de análisis de JP Morgan, desde donde confían en ver un impulso en sus ganancias (hasta ahora negativo).
Y es que, según estiman desde la firma estadounidense la firma francesa debería tener el 85% de su beneficio bruto no expuesto a las materias primas, algo que podría beneficiarla "una vez que el crecimiento orgánico se haga evidente y se restaure la confianza".
Precisamente es en eso en lo que confía el consenso de mercado, que prevé que Engie obtenga ganancias en 2017 frente a las pérdidas de 2016. Y de cara a 2018 también espera crecimiento. De hecho, según los datos recogidos desde FactSet, su beneficio neto será un 3% superior al registrado este año, hasta rondar los 2.500 millones.