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Heineken: un botones destinado al trono de la cerveza

24/11/2017 - 19:32

En 1983, unos encapuchados secuestraron a Alfred Heineken en Amsterdam, cuando éste superaba ya los 60 años, para exigir un cuantioso rescate económico. El nieto del fundador de la cervecera que lleva el nombre de la familia ya había colocado a la empresa entre las mayores del mundo, dentro del sector, y no podía evitar ser considerado un objetivo jugoso para los amigos de lo ajeno.

Y eso que el patriarca de los Heineken no las tuvo todas consigo cuando Alfred era un chaval, al que colocó de botones en un primer momento, con 18 años, y al que obligó a ir ascendiendo lentamente por toda la estructura de la compañía, entonces mucho más pequeña. Pero el abuelo se equivocaba: la agresiva estrategia de fusiones y adquisiciones llevada a cabo por su nieto y su red de contactos al más alto nivel situaron a la empresa en el olimpo de la industria cervecera, en el que hoy sigue instalada, bajo el control del holgind familiar.

Su única hija, Charlene de Carvalho-Heineken, a quien la prensa apoda como la otra reina de Holanda, heredó la participación de su padre en 2002, un 25% del capital. Actualmente, aunque no interviene diariamente en las decisiones de la compañía, mantiene un sillón en la junta directiva de la multinacional, donde ya ha introducido a su hijo Alexander con la intención de que la saga familiar siga al frente de Heineken.

La cervecera es la principal posición del fondo The Family Businesses Fund, de March Asset Management, que invierte en compañías familiares donde "se pone el foco en pasar la riqueza a la siguiente generación", como ha sido evidente en la holandesa Heineken desde el momento de su fundación.

Un elevado crecimiento

Entre las firmas de inversión que siguen su cotización, cerca de un 50% recomiendan comprar las acciones de la cervecera, entre ellas Exane BNP Paribas, Goldman Sachs o Citi, cuyo equipo de analistas destaca el fuerte crecimiento que se espera para sus ganancias, del 70% hasta 2019, respecto a 2016, "gracias a la diversificación de su negocio –está presente en 70 países y genera el 70% de sus ventas fuera de la eurozona– y a la disciplina en el ahorro de costes". Además, añade "que las fusiones y adquisiciones no están recogidas por el mercado y podrían impulsar el valor de la compañía en bolsa".