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Alerta agresiva
Recoger beneficios en Línea Directa para financiar el stop y tras alcanzar la acción la zona de los 1,365 euros. Un retroceso del 50% de la vela diaria de hoy, esto es los 1,31 euros, sería del todo normal y lo que sugeriría esperar si alguien no compró esta mañana cuando mandé la alerta.

Un año después, Trump consigue uno de sus propósitos: un dólar débil

7:19 - 8/11/2017
  • Un tercio de las ventas del S&P 500 se generan en el extranjero
  • Una caída del dólar suele incrementar los beneficios por acción del S&P 500
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Hace exactamente un año los estadounidenses estaban llamados a votar al nuevo presidente de su país y Donald Trump se erigía como el inquilino de la Casa Blanca por los siguientes cuatro años. Sus promesas inflacionistas llevaron al dólar a tocar máximos de 2003 a mediados de diciembre. Sin embargo, esto no era del agrado del nuevo máximo mandatario de la primera economía del mundo.

Hoy, un año después, el magnate neoyorquino ha visto cómo su deseo de ver un billete verde más débil se ha hecho realidad. Desde que llegó al poder, el dólar se ha depreciado casi un 6% frente al euro, un 2% frente al yuan, un 5% frente a la libra y un 4% en su cruce con el dólar canadiense.

¿Por qué quería Trump debilitar su moneda? Es sencillo, un dólar más flojo abarata las exportaciones y favorece a las compañías que tengan parte de su negocio fuera de las fronteras estadounidenses y, dado que casi un tercio de las ventas de las compañías del S&P 500 se generan en el extranjero, en su conjunto es beneficioso para la renta variable americana. Desde Goldman Sachs estiman en este sentido que "una caída del dólar del 10% suele incrementar los beneficios por acción del S&P 500 en 3 puntos porcentuales o cerca de 3 dólares por título".

Asimismo, encarece las importaciones, lo que a su vez se traslada a los productos que se vendan en el mercado, impulsando así la tan ansiada inflación. El repunte de los precios es la pieza que le falta al puzzle de la economía de Estados Unidos para abordar con todas las garantías la normalización de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal.

Estas son algunas de las razones que en enero llevaron a Trump incluso a acusar a Alemania de manipular el valor cambiario de la divisa europea para beneficiar a sus compañías, netamente exportadoras.

Casual o causalmente, el dólar se ha debilitado ante el fracaso del presidente de llevar a cabo su agenda inflacionista, que trataba sobre una mayor inversión en infraestructuras y una reforma fiscal que redujese los impuestos (todavía sigue sobre la mesa aunque su futuro es poco menos que incierto).

De igual forma, el aplazamiento de la tercera (ahora prevista para diciembre) y la cuarta subida de tipos en el año (ya para el año que viene) también han servido como un 'viento de cara' para el dólar. La débil inflación y la desaceleración de la economía han llenado de dudas a una Reserva Federal en la que Janet Yellen (como fue confirmado la pasada semana) tenía los días contados.

Y Wall Street lo celebra

No cabe duda que la caída del dólar en el último año tiene un ganador claro: Wall Street. Y es que los principales índices norteamericanos acumulan varios meses celebrando esto con nuevos máximos históricos casi diarios mientras que a este lado del Atlántico, aunque el EuroStoxx 50 se ha anotado cerca de un 11% en el año, todavía se encuentra muy lejos de batir sus altos de todos los tiempos.