Mapfre tendrá que elevar, como mínimo, a cerca del 65% el porcentaje del beneficio que dedica al dividendo, desde el 58% en el que sitúa actualmente el pay-out, según han concluido en dos informes distintos de Citi y de JP Morgan. Ambas firmas de inversión consideran que no le queda otro remedio si quiere mantener en 2018 una retribución como la de este año -de 0,145 euros por acción a cargo de las ganancias de 2016- por el impacto de las catástrofes en Estados Unidos en los resultados de 2017.
Por una parte, Citi considera "difícil" que la aseguradora española pueda mantener el mismo dividendo por acción comprometido para este ejercicio -el segundo pago con cargo a 2016 previsto para diciembre de 0,0606 euros por títulos no se verá afectado- después de que, a finales de septiembre, la propia compañía tuviera que reconocer un impacto de entre 150 y 200 millones de euros en los resultados del presente ejercicio por las consecuencias de los huracanes Harvey, Irma y Maria en el negocio de reaseguro que tiene en Estados Unidos, República Dominicana, Puerto Rico y México.
"Teniendo en cuenta las pérdidas producidas por las catástrofes naturales que se contabilizaran en los resultados del tercer trimestre que presenta el 26 de octubre, para mantener el dividendo por acción del año pasado, de 0,145 euros -que supone una rentabilidad del 5,5%-, el pay-out deberá estar por encima del rango actual, en torno al 64%, según nuestros cálculos", apunta Citi, que, además, advierte de que "si hay más pérdidas en el último trimestre, será difícil que Mapfre mantenga su dividendo por acción del último año". La estimación de la casa de análisis es que la compañía cierre el ejercicio con un beneficio neto de 700 millones de euros.
Mapfre tiene una política de pay-out de entre el 50% y el 65%. Concretamente, en 2016 el porcentaje de beneficios que dedicó al dividendo se situó en el 56% y en 2017 en el 58%. Ante estas cifras, JP Morgan recuerda en su informe que uno de los principales atractivos para los inversores de Mapfre es "que tiene una política de dividendos fuerte, que es progresiva, es decir, al menos plana año tras año".
Sin embargo, en opinión de la firma de inversión, aún "asumiendo que Mapfre situará el pay-out en el 65%", el dividendo por acción no alcanzará la retribución de 0,145 euros de este 2017. Es más, reduce su previsión a niveles de 2016, en torno a los 0,13 euros por cada título, lo que llevaría la rentabilidad al 4,9% a los precios actuales. Esto se debe a que JP Morgan, más pesimista que Citi, reduce su previsión de beneficio a 687 millones.
De media, el conjunto de casas de análisis que siguen la cotización de Mapfre deja la estimación de ganancias en 2017 en 688 millones de euros -un 11% menos respecto a 2016-, después de que ésta haya caído un 16% -131 millones- desde que la aseguradora anunciara el impacto de las catástrofes en América en su negocio.
En bolsa, Mapfre pierde más de un 20% desde los máximos anuales que conquistó sobre los 3,33 euros a mediados de mayo y casi un 9% desde que comenzó el ejercicio. Sus acciones reciben la peor recomendación del Ibex 35, una venta clara. Tras los fuertes descensos, los analistas creen que, de cara a los próximos 12 meses, cuenta con un potencial alcista del 7%, al situar su precio objetivo en 2,83 euros.
Más allá del impacto de los huracanes, Citi alude la exposición de Mapfre a su mercado doméstico, España, y a la tensión que podrían sufrir los bonos del país que tiene en cartera por "sus asuntos internos" para justificar la recomendación de deshacerse de las acciones de la compañía. Los resultados trimestrales que la compañía presentará la próxima semana y "el día del inversor que celebrará el 1 de diciembre", según incide JP Morgan, deberían resolver las incertidumbres que están cotizando actualmente en mercado.