La presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos, Janet Yellen, aseguró este martes que sería "imprudente" mantener la política monetaria que han venido sosteniendo durante los últimos tiempos si se espera que la inflación llegue al 2%. Unas palabras que han servido para fortalecer al dólar estadounidense frente a sus cruces más negociados, incluido el euro.
El par entre la moneda comunitaria y el billete verde perdió ayer sus soportes y entra en fase de corrección. La moneda europea inició la semana a la baja frente al dólar como consecuencia de la resaca electoral en Alemania y acumula desde el domingo caídas del 1,5%, a medida que los inversores siguen asimilando los resultados electorales y las bolsas asumen un probable periodo de incertidumbre en torno a la negociación de una necesaria coalición de la canciller Angela Merkel con liberales y ecologistas.
Tras perder el nivel de soporte de los 1,18- 1,1835 dólares en su cruce con el dólar, se abre la puerta ahora a un descenso hasta la zona de los 1,155.
"La pérdida de los 1,1835 dólares por euro confirma un patrón bajista que plantea que los máximos marcados en la subida en los 1,21 dólares por euro han sido un techo temporal en los ascensos de los últimos meses y el punto de origen de una corrección que podría llevar al par a buscar la zona de los 1,1550-1,16 antes de proseguir con su tendencia alcista", asegura Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader.
Sin embargo, esto favorecería a las firmas europeas más castigadas en sus estimaciones de beneficio desde el 5 de mayo por la apreciación de la divisa comunitaria y abriría la puerta a ver, por tanto, un nuevo repunte en el mercado bursátil europeo.
Así lo asegura Cabrero, que afirma que el movimiento de este par podría "ayudar a que las bolsas europeas sigan moviéndose al alza y en vez de aliviar la sobrecompra mediante un proceso correctivo en profundidad opten por consumir tiempo consolidando posiciones lateralmente", lo cual sería una evidencia más de la fortaleza del proceso alcista que estamos viendo durante las últimas semanas.
Y es que, todo apunta a que, consolidaciones al margen, los mínimos vistos en los 3.363 puntos del EuroStoxx 50 han sido muy probablemente el suelo de la fase de consolidación que nació en los altos del año en los 3.666 puntos.
Por su parte, en España, la zona donde abrió un potente hueco alcista semanas atrás, concretamente el que se abrió entre los 10.129 y 10.200 puntos podría funcionar como soporte que sirva para poner freno a las caídas que registra el selectivo español en las últimas semanas.