La enésima provocación de Corea del Norte hizo, de nuevo, temblar al mercado. En esta ocasión, el misil balístico de alcance intermedio con el que país asiático puso a prueba los nervios del mundo llevó a las bolsas hasta sus soportes, pero no los derribó. Y eso, que la creciente tensión geopolítica no es la única incertidumbre que sobrevuela las bolsas. La prueba está en que, pese a que el proyectil que atravesó este martes el cielo de Japón y cayó en el Pacífico Norte, a 1.000 kilómetros de la costa nipona, llevó al Nikkei a perder un 0,74%; en Europa (donde la verdadera preocupación es la apreciación del euro frente al dólar y el calendario futuro del Banco Central Europeo (BCE), los principales índices sufrieron caídas más pronunciadas en la apertura, perforando los soportes que han canalizado el proceso de consolidación de los últimos meses, para, al cierre de la sesión, prácticamente recuperar estos niveles clave y "alejar el riesgo, de momento, de asistir a una caída adicional del 4%", según explica Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader.
"Que el final de la jornada fuera lejos de los mínimos intradía, unido al bajo volumen de negociación y a que faltan apenas dos jornadas para que tengamos la cita con el cierre mensual, ofrece elementos que invitan a no precipitarnos y a seguir confiando en la posibilidad de que en la actual zona de soporte podamos asistir a un potente giro alcista", continúa el analista del portal de inversión de elEconomista.