Asediado por los escándalos y amenazado por tecnologías incipientes, el sector europeo del automóvil es el que menos refleja en bolsa su crecimiento por beneficios en la última década. La descorrelación de la evolución de sus ganancias con su comportamiento entre 2007 y 2016 asciende a 65 puntos porcentuales (ver gráfico), lo que muchos analistas identifican con una clara oportunidad de inversión.
Uno de los gestores más reconocidos en España no dudó en reconocerlo recientemente. Francisco García Paramés admitió en el Iberian Value, un foro que reunió a férreos defensores de la búsqueda de valor a largo plazo, que "un 10% de su fondo está en tres fabricantes de coches".