Si hay algo que está evidenciando el euro es fortaleza frente a sus cruces más negociados, incluido el dólar. La moneda única registró al cierre de abril su segundo mejor mes frente al billete verde de los últimos 13. En la última semana, el euro mantuvo el tono alcista que se hizo patente el lunes, tras la primera vuelta de las elecciones francesas, y acabó revalorizándose más de un 2,2%.
En el mercado crece, especialmente ahora, el escepticismo en cuanto a las políticas fiscales de Donald Trump en Estados Unidos y, cada vez más, se ve de manera más acuciante el riesgo de estanflación en el Reino Unido, lo que sitúa a la divisa comunitaria como una de las favoritas entre los inversores, ahora que los riesgos de fractura en la eurozona comienzan a disiparse.
"Un punto de inflexión en la política monetaria actual de la Zona Euro es mucho más plausible", señalan desde el departamento de análisis de Monex. "Esto", prosiguen desde la misma firma de inversión, "acompañado de una reducción tangible de los riesgos de ruptura, podrían propulsar al euro en los próximos meses".
Esta potencial revalorización encuentra apoyo también en el aspecto técnico. "La moneda única consiguió esta semana romper la zona de resistencia de los 1,0880-1,09 dólares por euro, que era el techo del proceso lateral que ha desarrollado durante los últimos meses", afirma Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader. "Una vez superada esta resistencia ahora habrá que ver si la subida consigue romper la directriz bajista que discurre por la zona de 1,10 dólares por euro".
En esa zona es donde se va a jugar el verdadero debate, que indicará si el euro/dólar está ante un rebote o ante algo más sostenible que podría llevar al par a buscar de nuevo la zona de resistencia de medio plazo de los 1,16-1,1720 dólares por euro en próximos meses. Es decir, si en los próximos días logra superar su primera resistencia, el euro tendría un potencial del 6,5% desde la perspectiva técnica.
Y eso es algo que no parece improbable. Al menos así lo consideran desde ETF Securities. "Una reducción en la masa monetaria -o sea, la reducción de las compra de bonos por parte del Banco Central Europeo, como se espera- debería impulsar el euro hacia el 1,10 dólares en los próximos meses", afirman desde la entidad desde donde aseguran que "la amenaza de la deflación es menor", al estar la inflación en su nivel más alto desde enero de 2013.
Y es que, el mercado descuenta la poca necesidad de un estímulo adicional que hay en estos momentos, algo que hasta el propio presidente del BCE, Mario Draghi, demostró con sus palabras del pasado jueves: "Ya no es urgente adoptar nuevas medidas".
La fortaleza del euro tiene unas víctimas directas, las compañías de la de la eurozona con más porcentaje de su cifra de negocio total en Estados Unidos. Si se confirma en las próximas semanas la recuperación de la divisa comunitaria respecto al dólar, estas empresas notarán el impacto en sus estimaciones de beneficio al sufrir el efecto de un tipo de cambio más desfavorable.
Entre las grandes cotizadas europeas, la francesa Sanofi, del sector farmacéutico, y la alemana SAP, tecnológica, son las únicas compañías que generan en dólares más de un tercio de sus ingresos anuales. Por ahora, el rebote del euro no ha dejado impronta en sus previsiones si se comparan con las de principio de año, pero, si continuará su apreciación, son las que afrontan un mayor riesgo.
Con más de un 20% de sus ventas totales al otro lado del Atlántico, aparecen la automovilística Daimler, la industrial Siemens y el grupo dedicado al lujo LVMH. Tampoco, en ninguno de estos casos, es patente todavía la fortaleza demostrada por el euro en el corto plazo.
En España, en el Ibex 35, ArcelorMittal, Acerinox, Iberdrola, Meliá y Grifols son algunas de las compañías más expuestas al dólar, por lo que, del mismo modo, su depreciación frente al euro podría suponer un dolor de cabeza de cara a los resultados anuales.