Bastó que un solo país, China, tropezase en su crecimiento para que todo un sector pagase las consecuencias pero tras dos años difíciles parece que las compañías del lujo vuelven a ver la luz. De hecho, algunos expertos creen que 2017 marcará un punto de inflexión y para muestra un botón: se prevé que este año el beneficio de estas empresas crezca un 12%.
Los ciudadanos chinos son los principales consumidores de lujo, tanto como que suponen una de cada tres compras, por lo que la desaceleración económica de China y la debilidad de su moneda impactaron de lleno en las cuentas de este tipo de compañías. Además, la oleada de actos terroristas, sobre todo en Europa, provocó la caída del turismo y, por ende, de las ventas. Tanto es así, que en 2015 el S&P Global Luxury Index, que recoge a las 80 empresas cotizadas más grandes del sector, registró una caída en las ganancias del 20%.