El petróleo está presente en muchos ámbitos de nuestras vidas, combustible para los coches, objetos de plástico, electricidad... Esta necesidad, unida a los precios que llegó a alcanzar la materia prima (más de 145 dólares por barril), hizo que las petroleras dominaran la bolsa estadounidense. Una realidad bien distinta a la actual, en la que son las tecnológicas las claras líderes.
Mirando en la actualidad el S&P 500 parece que Apple siempre ha sido la compañía más valiosa del índice. De hecho, la empresa ha liderado la capitalización del selectivo de manera consecutiva en los últimos seis años. Del mismo modo, parece impensable que el gigante Alphabet no se sitúe entre las firmas más grandes del mundo por capitalización, pero lo cierto es que hace apenas una década ninguna de estas dos firmas se colaba entre las diez mayores del índice estadounidense.