Tras la victoria de Donald Trump en las elecciones norteamericanas, el mercado ha reaccionado mucho mejor de lo que los expertos habían previsto inicialmente. Los analistas esperaban un terremoto en las bolsas de medio mundo en caso de una victoria del republicano, pero este no ha llegado en forma de caídas, si no en forma de rotación en las carteras y un giro a favor de los sectores más cíclicos. En un contexto en el que la brecha en el parqué entre vencedores y vencidos por los resultados de las elecciones ha sido enorme, se antoja vital realizar una selección que permita atravesar la tormenta en un mercado en el que la diferencia entre acertar en su elección y fallar puede ser más grande que nunca.
Desde que se supo que Hillary Clinton y Donald Trump serían los candidatos a ocupar la Casa Blanca, el sector de defensa fue señalado como claro ganador, fuese quien fuese el vencedor en los comicios. Según explica Robert Spingarn, analista de Credit Suisse, el republicano "ya ha reclamado la eliminación del Sequester [una medida que limita el presupuesto federal], que ha presionado los presupuestos de defensa durante gran parte de la Administración Obama. Una supresión de este límite impactaría de manera positiva en la mayor parte de proveedores de servicios del Gobierno".
Dentro de las veinte grandes compañías del sector, las tres mejores recomendaciones recaen en dos norteamericanas (General Dynamics y Raytheon) y en el fabricante de aviones europeo Airbus. De hecho, en las dos primeras sesiones tras la elección de Trump las dos firmas estadounidenses se han apuntado subidas del entorno del 8%. Y es que desde Height Securities consideran que el sentimiento del mercado "debería proveer a estas compañías con un impulso significativo" y esperan que la facturación de este negocio crezca durante los próximos cinco años.
En el caso de la representante europea, cuenta con una sólida recomendación de compra. Además, desde que se supo el resultado se ha revalorizado un 3,5% y genera un 16% de sus ingresos en Estados Unidos, pero desde Exane BNP Paribas advierten de que "una depreciación del dólar frente al euro podría herir a las firmas europeas del sector, debido a la alta exposición al tipo de cambio".
Salud
En general, el sector de la salud era uno de los que más temía una victoria de Hillary Clinton. Los tuits de la candidata demócrata lograron tumbar al sector en el parqué, por lo que el beneficio de la elección de Trump se explica más por el temor a su rival que por los beneficios que pueda traer el magnate. "Pese a que faltan pistas sobre la dirección y los detalles de su programa de salud, creemos que la victoria de Trump puede suavizar el impacto sobre los precios en el sector. Clinton era vista como un riesgo mayor, porque había sido crítica con la industria durante 25 años", señalan en Morgan Stanley.
Las mejores opciones para los analistas dentro del sector son Roche, Allergan y UnitedHealth. Todas ellas lucen una clara recomendación de compra y, además, cuentan con potenciales superiores al 10% (ver gráfico). En el caso de la suiza, que tiene el mejor consejo del segmento, desde UBS creen que el resultado "debe ser un catalizador positivo para las europeas del sector" y recuerdan que por PER (veces que se recoge el beneficio en el precio de la acción) "cotiza con descuento frente al mercado en general, lo que es extremadamente raro".
Mineras y acereras
Uno de los temores que se había instalado en el mercado tras la victoria de Trump era que los inversores huyesen espantados de las compañías más cíclicas. Sin embargo, ha sucedido todo lo contrario y uno de los sectores más beneficiados de esta circunstancia ha sido el de las firmas mineras y acereras. "A medio plazo, los fundamentales podrían ser beneficiosos para la demanda de metal si se da un dólar más débil y si Trump puede llevar a cabo su agenda, ya que tiene una política fiscal más expansiva", señalan en BNP Paribas. Además, una política más dura con las exportadoras chinas beneficiaría a las firmas americanas y europeas.
Sin embargo, ésta es una inversión que entraña un riesgo mucho mayor del que implica tratar de entrar en otros sectores beneficiados por la victoria republicana. Entre las 20 mayores empresas mineras y acereras, las recomendaciones de compra escasean y entre las más beneficiadas por Trump la recomendación es mantener (ver gráfico). No en vano, en relación a las energéticas, el sector está en su nivel más caro en 22 años, según Morgan Stanley. Aún así, las mejores opciones son Rio Tinto, ArcelorMittal y Arconic.
Bancos
Uno de los efectos que podría llevar aparejado el paquete de estímulos del candidato republicano podría ser el resurgir de una inflación que parecía casi olvidada por las caídas en el precio del crudo y la recesión económica. Keith Wade, economista jefe de Schroders, destaca que "la combinación de mayores estímulos y el incremento de la deuda debería suponer una presión al alza sobre los rendimientos de los Treasuries". Como consecuencia, "esto debería mover a que la Fed normalice la situación monetaria a mayor ritmo" añade. El repunte en los precios tendría repercusiones en la renta fija, ya que, en el caso de que estos activos no experimentasen una subida en sus rentabilidades, el interés real (el que se obtiene una vez descontada la inflación) se vería recortado, lo que ha llevado a que los inversores ya le concedan una probabilidad del 57% a que el BCE suba tipos en septiembre de 2018.
Esta situación sería celebrada por las entidades financieras. Desde HSBC subrayan que "podríamos ver un mejor comportamiento en bolsa de los bancos en el medio plazo debido a una mayor inflación y unas curvas de rendimiento más pronunciadas". Además, desde la firma helvética también señalan como beneficioso para el sector la menor presión regulatoria. "Los republicanos han propuesto derogar las regulaciones posteriores a Dodd-Frank (una medida introducida por la Administración Obama, que buscaba desincentivar la toma de riesgos por las entidades y proteger al conumidor). Estas propuestas podrían ayudarles a crecer más rápido y generar mayores retornos a sus accionistas".
Dentro del sector, entre los valores que cuentan con el beneplácito de los analistas se encuentran Bank of America, Citizens Financial Group o Citigroup, todos ellos con recomendación de compra. Bank of America y Citigroup, además, han sufrido los efectos de los tipos cero (la Reserva Federal los abandonó oficialmente en diciembre del año pasado, cuando los subió hasta el 0,25%) más que sus principales competidoras, ya que cuenta con la rentabilidad sobre fondos propios (ROE) más baja de entre las grandes: del 6,4% y 7,9%, respectivamente, frente al 10% de JP Morgan o el 12% de Wells Fargo.
Constructoras
Mientras que la mayor parte de las compañías contemplaban con nerviosismo los resultados de unas elecciones en Estados Unidos, de las que podrían resultar vencedoras o vencidas, las constructoras, por su parte, tan solo necesitaban aclarar cómo de beneficiadas iban a salir. No en vano, Hillary Clinton prometió en campaña un desembolso de 275.000 millones de dólares en los cinco años siguientes, mientras que Trump prometió que su inversión sería "del doble". Por ello, desde Investment Solutions & Products señalan que "los valores relacionados con infraestructuras probablemente salgan beneficiadas por los planes de incremento del gasto público que defiende Trump". Dentro del sector sobresale una compañía española: ACS.
La firma presidida por Florentino Pérez, que encabeza la clasificación de La Liga Ibex de elEconomista, que reúne las recomendaciones combinadas de Bloomberg y FactSet, encuentra en Estados Unidos su principal mercado, que aportó el 32% de su facturación en 2015. Además, luce la recomendación de compra más sólida de entre las grandes del sector y se erige como una de las firmas con un recorrido alcista de dos dígitos: del 17%. Una cifra solo superada por la también europea Vinci, a la que su potencial de revalorización del 22% y la previsión de que eleve sus ganancias un 16% en el trienio le vale el consejo de compra. Al otro lado del Atlántico destaca la estadounidense Vulcan Materials. El interés que suscita en los inversores por su privilegiada localización se ha materializado en un repunte en bolsa del 14% desde la victoria de Trump y una oleada de revisiones al alza de su precio objetivo, llegando a establecerlo casas como Goldman Sachs en los 145 dólares, un 9% por encima de sus niveles actuales.
Compañías con caja
Las empresas norteamericanas con caja, entre las que destacan, fundamentalmente, las tecnológicas, se encuentran con dos fuerzas apuntando en sentidos diferentes. Como señalan desde Lombard Odier, estas firmas se verán beneficiadas por "la oferta de amnistías fiscales para la repatriación de beneficios obtenidos en el exterior", ya que Trump prometió rebajar el gravamen a este tipo de operaciones desde el 35% actual hasta el 10%. Sin embargo, por otro lado se enfrentan a la amenaza de una guerra comercial con países como China.
Entre las compañías con más caja destaca la presencia de las tres líderes mundiales por capitalización bursátil, Apple, Alphabet y Microsoft, que, además, lucen recomendación de compra. Así, compañías como Apple que, cuenta con 140.000 millones de euros en caja fuera de sus fronteras, se verían beneficiadas por la relajación de la presión fiscal, pero, por otro, podrían sufrir las mayores restricciones al comercio con China, que además de proveedor, es su segundo mayor mercado: el gigante asiático aportó el 20,8% de los ingresos obtenidos el año pasado. Tim Cook, consejero delegado de la compañía de la manzana, aseguró recientemente que le "encantaría" repatriar esa cantidad, pero que le resultaba imposible porque "costaría un 40%", una vez sumados impuestos estatales y federales. Situación similar atraviesan Microsoft y Alphabet, que entre ambas acumulan 111.360 millones de dólares en tesorería, casi a partes iguales (56.780 millones la primera y 54.580 la matriz de Google). Esta última, además, cuenta con la mejor recomendación de todo el Dow Jones, favorecida, en parte, por el fuerte crecimiento que experimentarán sus beneficios, que los analistas cifran en un 40% en el próximo trienio, frente al 10,8% de Microsoft y el 9,3% de Apple.