La pérdida de sus primeros soportes en varios índices europeos augura que las caídas de los últimos días se repetirán en los próximos ante las dudas que generan las elecciones de EEUU. Estratégicamente no es momento de hacer cambios.
La temporada de resultados ha pasado totalmente a un segundo plano ante la remontada que está protagonizando Donald Trump en las encestas sobre quién será el próximo presidente de EEUU. La sola idea de que una victoria de Trump se convierta en el segundo gran cisne negro tras el Brexit es lo que explica que los índices hayan cambiado las ganancias de hace días por caídas que en el algunos casos son muy significativas. De hecho, los principales índices europeos han perdido sus primeros soportes y los americanos están a punto de hacerlo por lo que es de esperar que el rojo siga siendo el color que domine la bolsa, al menos hasta que se celebren las elecciones de EEUU el próximo martes 8 de noviembre. De hecho, en este periodo también se espera que el oro sea, como ya se vio ayer, uno de los refugios más demandados , y que el Vix, el índice que mide la volatilidad de las acciones del S&P500, siga en niveles de máximos anuales, como el que alcanzó ayer.