Janet Yellen y el resto de miembros del Comité Federal de Mercados Abiertos (FOMC, por sus siglas en inglés) se daban cita ayer en Washington para completar su reunión de dos días que culminará el miércoles sin expectativas de una subida de tipos. Con las elecciones presidenciales a menos de una semana, el banco central estadounidense no moverá ficha después de que el candidato republicano, Donald Trump, haya acusado en numerosas ocasiones a su presidenta de politizar sus decisiones sobre política monetaria.
Sin embargo, desde el último encuentro del FOMC que culminó el pasado 21 de septiembre, es evidente que la división entre halcones, aquellos que buscan endurecer el contexto monetario, y palomas, que optan por mantener una posición más acomodaticia, va en aumento. En dicha reunión, la presidenta de la Fed de Kansas City, Esther George, quien lleva buscando una subida de tipos desde hace tiempo, reforzó su posición con el apoyo de Loretta Mester y Eric Rosengreen, sus homólogos en la Fed de Cleveland y Boston respectivamente.