Las bolsas estadounidenses cerraron el martes con subidas generalizadas, a pesar de un mal dato macroeconómico que reflejó que los servicios en el país avanzaron en agosto al ritmo más débil de los últimos seis años, algo que sí castigó a las bolsas europeas.
El arranque de la jornada bursátil en Estados Unidos no presagiaba nada bueno: a las 16:00, hora española, se publicaba el dato de ISM no manufacturero del mes de agosto, un indicador que dio un susto a las bolsas: se mantuvo en los 51,4 puntos durante ese mes, el avance más lento en seis años, mientras los expertos esperaban que hubiese crecido en 54,9 puntos.