Las bolsas estadounidenses cerraron el lunes con subidas del 1%, que alejan a los índices de sus soportes clave. El buen día que atravesó el petróleo fue uno de los motores en esta subida, además del buen día que atravesó Apple. Mientras aguanten los 2.040 puntos del S&P 500, las posibilidades de una corrección se alejarán.
La semana ha comenzado con buen tono para las bolsas estadounidenses, en un día en el que el Dow Jones industrial ha cerrado con un avance del 1%, en los 17.710,7 puntos, mientras el S&P 500 ha logrado avanzar un 0,98%, hasta los 2.066,66 puntos, y el Nasdaq 100 un 1,2%, hasta los 4.380,48 puntos.
La jornada ha estado marcada por dos hitos importantes: en primer lugar, el anuncio de Goldman Sachs, quien destacó que la sobreoferta de petróleo ya ha terminado y durante ese mismo mes de mayo el mercado habrá incurrido en déficit -ver información inferior-, además de la fuerte subida que experimentaron las acciones de Apple, tras conocerse que Berkshire Hathaway, el holding de inversión de Warren Buffet, abrió posiciones en las compañía por valor de 1.000 millones de dólares a principio de año.
El petróleo es uno de los principales barómetros en el que se fija el mercado durante los últimos meses, con lo que la subida que experimentó durante la jornada pudo tener que ver con los avances de la bolsa estadounidense. Además, el anuncio de Goldman Sachs no es desdeñable, ya que, de ser cierto, pondría fin a varios años de sobreproducción, que han llevado a los precios a caer más de un 70% desde sus máximos de 2014. El petróleo excesivamente barato era un motivo de preocupación por parte de los inversores, que miraban con recelo los efectos que podría generar en la industria financiera, que ya tiene suficientes problemas con los bajos tipos de interés en EEUU y Europa.
ASí, los avances del lunes en Wall Street alejan la posibilidad de que el S&P 500 pierda los 2.040 puntos en los que se encuentra su soporte clave. Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, lo explica: "la bolsa estadounidense está aguantando sus soportes, y rebota desde ahí. Mientras no se pierdan -los 2.040 puntos del S&P-, estaremos ante una simple consolidación, y no se abrirá la puerta a que tenga lugar una corrección más profunda".
El aumento constante en la demanda y la caída de la producción de crudo, que ha sufrido eventos imprevistos, lleva a la firma de inversión a destacar que en mayo el mercado del petróleo ha entrado en déficit de producción. El crudo reaccionó con importantes subidas, de más del 3%.
El banco de inversión Goldman Sachs ha puesto punto y final a casi dos años de sobreoferta en el mercado. Sus analistas estiman que la oferta de crudo ya ha entrado en déficit en el mes de mayo y que continuará así durante la segunda mitad de 2016. Entre otras cuestiones, por el constante aumento de la demanda y al descenso de la producción por sucesos imprevistos. Una situación que dio alas ayer al precio del petróleo. Tanto el West Texas, de referencia en Estados Unidos, como el Brent, en Europa, aceleraron su remontada, llegando a subir un 3,5%, y ampliaron sus máximos anuales.
Entre los imprevistos que según Goldman Sachs han provocado un reequilibrio de la oferta del petróleo en la segunda mitad del ejercicio están el incendio de Canadá, que obligó al país hace unos días a paralizar parte de su producción de crudo, así como los ataques a oleoductos de Nigeria o los problemas de suministro en Libia. Así, el banco de inversión predice un déficit de 400.000 barriles al día en el cuarto trimestre del año, en comparación con la sobreoferta de 900.000 esperados anteriormente. "El mercado del petróleo ha pasado de rozar la saturación en las reservas a encontrarse en déficit antes de lo esperado", aseguran sus analistas en un informe del que se hace eco Bloomberg.
Una situación que contrasta con las previsiones de la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés), que estima que el mercado se habrá estabilizado a finales de año gracias a una demanda que continúa aumentando y a un recorte en la extracción por parte de los productores menos rentables.
Este hecho ha llevado al banco americano a elevar sus previsiones para el crudo. Ahora sitúa el barril de Texas en 50 dólares de aquí a finales de año, frente a los 45 que preveía en enero -ayer se situaba en el entorno de los 47 dólares, mientras que el Brent subió hasta los 49 dólares-. El año pasado, el excedente de crudo llevó a la firma estadounidense a convertirse en una de las más bajistas, al no descartar un desplome hasta el entorno de los 20 dólares.
Eso sí, de cara a 2017 vislumbra un cambio de ciclo, al prever de nuevo un excedente de la oferta que incluso podría alcanzar los 400.000 barriles diarios en el tercer trimestre. Y en esta línea, también ha corregido su pronóstico del precio del petróleo para marzo del año que viene. Ahora lo sitúa en los 45 dólares el barril, por debajo de los 55 anteriores, aunque ve un alza hasta los 60 dólares para finales de ese año.
Las llamadas monedas 'commodity' lideraron los avances en el mercado, gracias al rebote que experimentó el petróleo y el resto de recursos básicos. La corona noruega y el dólar canadiense fueron las más beneficiadas, en un día de descensos generalizados para el dólar estadounidense.
La semana ha arrancado con avances para las divisas 'commodity', de países productores de materias primas. El rebote que experimentó el petróleo, junto con otros recursos básicos, fue un apoyo para estas monedas: la corona noruega fue la más alcista de la jornada -subió más de un 0,6% frente al dólar-, seguida por el dólar canadiense y el neozelandés -rebotaron en torno a un 0,4%-. En cuarto lugar se posicionó el dólar australiano, con un avance del 0,3%.
Y es que, el dólar atravesó una jornada de descensos generalizados, subiendo únicamente frente al franco suizo y el yen japonés. Frente al euro, la moneda estadounidense perdió un 0,2% aproximadamente, quedándose la moneda europea en los 1,13 dólares, el mismo nivel en el que cerró la semana pasada.