Si hay un activo que vive un idilio en este inicio de año en el mercado ese es el oro. A pesar de la fuerte volatilidad vista en los primeros compases de 2016 el metal dorado ha logrado colocarse entre las commodities más alcistas en los dos primeros meses del ejercicio.
Su precio se ha elevado en más de un 16% desde el primero de enero y ya sólo el ganando bovino logra registrar un comportamiento más alcista en este periodo de tiempo. "Los inversores continúan recurriendo a la seguridad del oro, lo que lo llevó a ser el activo con un mayor volumen de capital captado durante la semana pasada", señalan desde ETF Securities.
En este sentido, los ETPs sobre oro físico captaran la semana pasada un total de 193 millones de dólares según afirman desde la gestora británica y ya van 1.200 millones en lo que va de año. E igual ocurre con el mercado de futuros, donde el optimismo se mantiene vigente, con "el posicionamiento neto largo habiéndose incrementado en más de un 20% durante la semana pasada", confirman los expertos de ETF Securities.
No es para menos. Al menos al calor del aspecto técnico que ofrece su curva de precios. "Lo más probable es que en próximas semanas podamos asistir a, cuando menos, un nuevo tramo al alza que lleve a su cotización a la zona de los 1.300 dólares", asegura Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader. "Y no descartamos objetivos en próximos meses en los 1.400 dólares", concluye el experto.
Y es que, esta materia prima se ha convertido en el rey midas del mercado en 2016 por méritos propios. No en vano, todos los productos financieros que tienen que ver con un comportamiento alcista de esta materia prima suman ganancias que en muchos casos superan las registradas por ella misma.
Es el caso por ejemplo de las empresas mineras. Hasta un total de 6 mineras (Anglo American, Randgold, Glencore, Fresnillo, Allegheny y Outokumpu) se cuelan en el inicio de año entre las 10 empresas más alcistas del Stoxx 600, el índice que reúne a las empresas más grandes del Viejo Continente. Y entre ellas Fresnillo y Randgold que operan con el metal dorado.
La primera de ellas es una compañía minera mexicana que basa su negocio en los metales preciosos. Se trata del segundo productor de oro más grande de México. En lo que va de año, sus acciones se han revalorizado más de un 25% en el mercado. Un comportamiento que sólo es reflejo de los seis meses de ensueño que ha vivido en bolsa. Y es que, en ese periodo sus títulos han subido más de un 45%.
Por su parte, Randgold Resources, consigue dejar las cifras de Fresnillo en pecata minuta. Sus acciones repuntan un 51 en el último semestre, convirtiéndose en una de las firmas más alcistas en este periodo entre las grandes firmas del Viejo Continente.
De media los cerca de 65 fondos que invierten en oro y metales preciosos consiguen una rentabilidad que ronda el 30%. Entre ellos destacan el Share Gold y el Deutsche Invest I Gold and PM Eqs LC que gestionan Bank Degroof y Deutsche Bank. Ambos consiguen una rentabilidad que ronda el 37% desde el primero de enero tras acumular pérdidas que en 2015 ascendieron al 11 y al 19 por ciento respectivamente.
Al buen comportamiento de esta materia como activo refugio ante las caídas registradas en los primeros compases del año hay que sumar que el precio de las commodities ha tocado suelo.
"Los mercados de materias primas no son financieros. Aunque lo parezcan en ocasiones. Con todo, espero que suban los precios aunque poco a poco", afirma José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España. "Sí que tengo la percepción de que al menos a corto plazo las cosas pueden ir un poco mejor para los activos de riesgo", señala.
El Bloomberg base metals index ha conseguido repuntar más de un 12% desde sus mínimos. Y con él numerosas compañías dedicadas a la minería han logrado aprovechar parte de este rebote. Rio Tinto, que sube más de un 30% desde sus mínimos es un claro ejemplo.