La energía verde de Gamesa resiste al abaratamiento de las materias primas pese a que plantea un contexto gris para la inversión en renovables. La compañía consigue su mejor recomendación de los últimos cinco años. Un periodo en el que ha escrito una historia de crecimiento basada en la diversificación geográfica y en la alta tecnología.
Hoy, "la eólica es competitiva sin subsidios en muchos lugares del mundo", explica Felipe Echevarría, analista de Banco Sabadell. Las siete veces en las que sus acciones han multiplicado su precio desde 2012 y el 10% al que se encuentran de máximos de julio del año pasado -después de haber encajado el temporal bajista de las últimas semanas- lo demuestran. "Los grandes avances tecnológicos en renovables compensan el efecto negativo de los menores precios de recursos como el gas o el carbón", incide el experto de Banco Sabadell, quien aclara que, en este caso, "el desplome del petróleo es menos relevante porque su utilización para la generación de electricidad es marginal".
"Los tres años que el carbón y el gas llevan a la baja sí que han hecho menos competitivas a las tecnologías renovables frente a las térmicas pero, aun así, 2015 ha sido el primer año en el que las principales agencias de energía apuntan a que la eólica es competitiva y se espera que se bata el récord de 2014 de instalaciones eólicas", continúa Felipe Echevaría. "De cara a 2016 y 2017, la reciente extensión de los ITC y los PTC en Estados Unidos -programas de exenciones fiscales a la inversión y la producción de energías renovables- y el avance de la tecnología eólica en países emergentes auguran buenos números para el sector", concluye.
"Estas exenciones ayudaron a cuadriplicar los megavatios instalados desde 2008, lo que también ha acelerado la innovación", profundiza AlphaValue en un informe en el que añade que este programa ha reducido "un 68% los costes de la tecnología de las turbinas eólicas". "Empresas como Gamesa se verán beneficiadas por la extensión de estas exenciones fiscales", finaliza la firma de inversión. En 2014, del total de los megavatios que vendió la española, un 14% lo hizo en Estados Unidos.
Sus mercados más importantes son la India (26% de los megavatios en 2014), China (9%) y América Latina (34%). "El crecimiento en estas regiones sigue siendo especialmente bueno", opina Citi. "Gamesa sigue focalizada en los mercados en los que más crecimiento va a recoger durante los próximos años: China, India, Brasil y México", considera Santiago Marín, de Caixabank, quien piensa que "el 80% del crecimiento mundial vendrá de estos mercados, en donde Gamesa está presente".
"Como esperábamos, Gamesa reportó unos muy buenos datos de pedidos en el tercer trimestre. Teniendo en cuenta que el cuarto trimestre es estacionalmente el más fuerte, el libro de pedidos a cierre de 2015 podría situarse dentro del objetivo 2017 y de este modo el mercado podría empezar a ver con claridad la posibilidad de que el plan estratégico se cumpla un año antes de lo marcado", advierte Felipe Echevarría, de Banco Sabadell y no es el único que sostiene este postura. El consenso de mercado confía en que Gamesa multiplique por 1,8 veces su ebit (beneficio bruto) de 2014 -181 millones de euros- en 2016 y por 2,1 veces en 2017. El objetivo de la propia compañía es duplicarlo el próximo año.
Este escenario propicia que, pese al extraordinario comportamiento de Gamesa en bolsa en los últimos años, las firmas de inversión confíen en que cuenta con un potencial alcista del 10% hasta los 16,5 euros en los que sitúan su precio objetivo.
Eso sí, el entusiasmo de los expertos se ha enfriado esta semana al conocerse la noticia de que la alianza entre Gamesa y SunEdison para desarrollar hasta 1.000 megavatios en México e India estaría a punto de cancelarse. "Es una noticia negativa si se confirma, ya que el acuerdo representa un 10% del nivel de actividad esperado para Gamesa en los próximos tres años", dice Felipe Echeverría, de Banco Sabadell. Otros riesgos a los que se enfrenta la compañía son, según Citi, "los regulatorios", a los que se ven expuesta permanentemente la industria de las energías renovables. "De producirse cambios importantes podrían modificarse sensiblemente las perspectivas", comenta la casa de análisis norteamericana.