El petróleo da un 'respiro' a Repsol
Repsol rebota un 9% desde los mínimos de los últimos 18 años hasta los que se hundió el pasado lunes. El repunte del petróleo da un respiro a la compañía, sobre la que pesan las dudas sobre si será capaz de rentabilizar la compra de la canadiense Talismán o si cumplirá con los compromisos de su plan estratégico para 2020.
Las acciones de la petrolera perforaron el nivel simbólico que suponen los 10 euros durante la jornada postelectoral, un precio que no perdían desde 1997. La incertidumbre política se unió al lastre que está suponiendo la prolongada debilidad del crudo. Desde los máximos de 2015 -la zona 18,5 euros-, Repsol ya pierde más de un 40%.
El propio Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol, advirtió a finales de noviembre del riesgo para la economía de un período prolongado de precios bajos de los hidrocarburos. "Estos precios del petróleo y el gas -aseveró Imaz- están en niveles bajos que se pueden mantener en un tiempo mediano o mucho, no lo sé, pero lo que sí parece es que con el tiempo dejarán de ser sostenibles para los países productores, desestabilizando sus economías a la vez que están desincentivando la inversión en el sector".
La última buena noticia fue que el pasado miércoles, el comité de huelga de Repsol Butano, encerrado en la sede central de la compañía desde el lunes 21 de diciembre, llegó a un acuerdo con la dirección de la empresa, que evitó el primer periodo del calendario de paros convocado por UGT que se iba a iniciar el 24 de diciembre y que se prolongaba hasta el 11 de enero, por las desinversiones.
Una tregua que se une a la buena acogida que tuvo entre los analistas el canje de activos anunciado el 11 de diciembre con Statoil. Las firmas de inversión coinciden en que mejorará la producción de la compañía española y permitirá optimizar su cartera de proyectos, al tiempo que reduce la presión sobre la emisión de bonos híbridos.
Para Credit Suisse, la operación está "completamente alineada" con el plan estratégico de Repsol y supone "una buena noticia" y un "apoyo" a la actual asignación de rating de la compañía dirigida por Josu Jon Imaz. Tras el movimiento, "se necesita la ejecución de nuevas ventas de acticvos", indica.
Goldman Sachs considera que la operación es "positiva para Repsol" porque permite reducir los niveles de deuda tras la transacción con Talisman y aportará flujo de caja. Los analistas de Beka también valoran "positivamente" el acuerdo, "puesto que pone de manifiesto una de las ventajas que la compra de Talisman ha aportado al grupo".
El consenso de mercado sostiene sobre los títulos de la compañía la recomendación de mantener aunque, de media, confía en que cuentan con un potencial alcista de más del 25% hasta los 13,61 euros en los que los valoran.