Sin un suelo fiable a corto plazo: el rebote puede ser vulnerable
La herida de guerra que ha propiciado China en las bolsas del Viejo Continente sigue abierta. El desplome del mercado bursátil de un país con 1,7 trillones de dólares de deuda externa y cuya economía supone el 16 por ciento del PIB mundial no sólo afecta a las bolsas de uno y otro lado del Charco por una sesión.
El pánico vendedor visto en la sesión de ayer invita a la prudencia y a pensar que un posible rebote podría ser altamente vulnerable, "lo que técnicamente se conoce como el rebote del gato muerto", señala Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader. Y es que no hay que olvidar que "lo que podía ser una corrección de varias semanas de duración hasta ese objetivo de los 9.370 puntos ha acabado produciéndose en una única jornada".