La devaluación del yuan esta semana ha generado un torbellino en los mercados, y no sólo en el de divisas. La renta variable europea ha sufrido fuertes pérdidas, mientras Wall Street ha rebotado ligeramente en la semana. Los inversores han tenido en cuenta que Europa sufrirá una ralentización de la demanda china de productos manufacturados, mientras la decisión del banco central de China ha disminuido la posibilidad de que la Reserva Federal incremente los tipos de interés en septiembre, algo que ha animado a las bolsas estadounidenses.
Ha sido una semana movida en el mercado. China generó una vorágine en el mundo entero, en una semana en la que la bolsa europea ha terminado con descensos importantes, mientras Wall Street ha acabado cerrando en verde.
Hay que tener en cuenta que la depreciación del yuan supone exportaciones más baratas para el gigante asiático, a la vez que incrementa el precio de las importaciones. Es por ello que el mercado está barajando que las compras de China se ralentizarán, y ello castigará a las compañías europeas. No hay que olvidar que el país asiático es uno de los grandes compradores de productos manufacturados del Viejo Continente.
Sin embargo, por el otro lado, los principales índices estadounidenses han aprovechado la depreciación del yuan para subir. El riesgo que barajan los expertos de que este movimiento genere una ola de deflación en todo el mundo, podría hacer que la Reserva Federal retrase el momento de subir los tipos de interés, algo que gusta a la bolsa y llevó a Wall Street a subir en la semana.
En concreto, el S&P 500 subió un 0,68% durante los últimos cinco días, y terminó la semana en los 2.091,63 puntos. El Nasdaq 100 avanzó hasta los 4.530,73 puntos, mientras el Dow Jones industrial cerró el viernes con un avance semanal del 0,6%, hasta los 17.477,40 puntos.
Ahora, el cierre semanal mejora las perspectivas alcistas para Europa, según el análisis técnico que lleva a cabo Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader. Cabrero explica que "la situación sigue siendo la misma. Al no haberse perdido los 2.040 puntos en el S&P 500, seguimos considerando que el rebote en los índices europeos tiene que llegar".