La devaluación del yuan esta semana ha generado un torbellino en los mercados, y no sólo en el de divisas. La renta variable europea ha sufrido fuertes pérdidas, mientras Wall Street ha rebotado ligeramente en la semana. Los inversores han tenido en cuenta que Europa sufrirá una ralentización de la demanda china de productos manufacturados, mientras la decisión del banco central de China ha disminuido la posibilidad de que la Reserva Federal incremente los tipos de interés en septiembre, algo que ha animado a las bolsas estadounidenses.
Ha sido una semana movida en el mercado. China generó una vorágine en el mundo entero, en una semana en la que la bolsa europea ha terminado con descensos importantes, mientras Wall Street ha acabado cerrando en verde.