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Los mejores fondos de bolsa para disfrutar de un verano tranquilo

7:00 - 7/08/2015
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La beta es una de las ratios más útiles para ver la variabilidad de un fondo de inversión con respecto a la de su índice de referencia. Los que la tienen por debajo de uno son menos bruscos.

Vacaciones. Esa palabra que con un solo clic es capaz de generar 174 millones de resultados en Google. Un gesto repetido cada tres centésimas de segundo por un usuario en el buscador más famoso del mundo. No es para menos. Se trata de, posiblemente, el momento más esperado del año para prácticamente cualquier mortal. Un merecido parón para desconectar de todo, incluso del mercado. Y aunque es prácticamente imposible blindar por completo una cartera contra los posibles sustos, sí puede protegerla con fondos que sean menos volátiles que el resto.

Para identificarlos hay que valerse de términos como la beta, a menudo usada indiscriminadamente como sinónimo volatilidad; pero ojo, no es lo mismo. La primera se usa para medir el riesgo de una acción respecto a su índice de referencia. La segunda, en cambio, calcula la oscilación entre su precio máximo y el mínimo en relación a su media histórica. Lo dicen los expertos: "La volatilidad depende de la propia acción y del corto plazo y la beta tiene más dependencia del sector y del largo plazo. Sin embargo, sí que podemos apreciar una pequeña relación entre la beta y la volatilidad pero insuficiente como para poder catalogarla como una correlación seria", argumenta Jaime Díez, analista de XTB.

Cómo encontrarlos

Aquellos productos que tienen una beta superior a 1 se dice que son más agresivos porque pueden subir o bajar más de lo que lo hace el mercado. Y, por el contrario, en los que se sitúa por debajo de 1 suelen ser menos volátiles, porque se mueven con menos brusquedad que el índice, tanto para bien como para mal. Estos últimos son los que debería buscar para poder despreocuparse de su cartera. Según Fernando Luque, senior financial editor de Morningstar, conviene matizar estas interpretaciones: "La beta de un fondo no hace otra cosa que medir la variabilidad de la rentabilidad del fondo comparada con la variabilidad de la rentabilidad del índice de referencia. Es decir, mide si el fondo es más o menos volátil que su índice de referencia. Y nada más", explica. "Por lo tanto, no es una media del riesgo absoluto del fondo, aunque sí una medida del riesgo relativo. Un fondo con una beta baja no significa que el fondo tiene un bajo nivel de riesgo, indica que el riesgo del fondo relativo al índice de referencia es bajo", añade en este sentido.

¿Qué es lo bueno y lo malo de esto? En una fase alcista los rendimientos de la cartera habrán aumentado en mayor proporción que el mercado, pero en una fase bajista la rentabilidad del fondo habrá descendido en menor proporción al mercado.

Por el contrario, cuando una beta es igual a 1 se dice que un producto se mueve igual que su índice de referencia, es decir, que consigue replicar tal cual el comportamiento del mercado, algo que muy pocos productos consiguen, a no ser que sean fondos indexados o con poca gestión activa [según los últimos datos de Morningstar, hay dos productos de renta variable española con una beta de 1 a tres años: SSgA Spain Index Equity Fund y Bankia Dividendo España]. Los profesionales consideran esta ratio una de las más interesantes a la hora de diferenciar realmente los verdaderos fondos de gestión activa y los de gestión pasiva. Un verdadero fondo índice tendrá, en efecto, una beta muy próxima a 1, mientras que un fondo de gestión activa podrá tener una beta bien por encima, bien por debajo. "No hay valores definidos para delimitar la frontera entre los fondos de gestión activa y los de gestión pasiva, pero en la práctica podemos considerar que fondos con una beta inferior a 0,90 y superior a 1,10 son de gestión activa", afirma Luque.

Ni que decir tiene que la volatilidad ha sido una característica de los mercados en los últimos dos meses, al son de las negociaciones en Grecia. Desde primeros de junio hasta el 9 de julio, que es cuando el mercado celebraba el acuerdo entre Grecia y sus acreedores, el Vix (el índice que mide la volatilidad del S&P 500 y que se conoce también como el índice del miedo) escaló un 44%. Y el Vdax, su homólogo alemán, un 22% en el mismo periodo.

Victoria Torre, responsable de análisis y producto en Self Bank, asegura que "una beta baja puede servir bien para un inversor que en general busca poco riesgo porque sabe que cuando haya subidas no las va a cazar todas, pero que si hay caídas su fondo va a estar más atenuado; tambien para estos momentos que nos vamos de vacaciones y queremos despreocuparnos sin desinvertir del todo, porque podemos traspasar nuestro dinero otro fondo más tranquilo".

De bolsa nacional...

Encontrar productos de renta variable española con una beta inferior a 1 es fácil (incluso más que en bolsa europea). Según los datos de Morningstar, de los 65 fondos de bolsa nacional que se venden en España solo hay cinco que tengan una beta superior a 1 a tres años (SSgA Spain Index Equity Fund, Bankia Dividendo España, Okavango Delta, Bankia Bolsa Española y FonCaixa Bolsa España 150).

El producto menos volátil de la categoría es EDM-Inversión, en el que la beta a tres años se sitúa en el 0,55. Es decir, que un 45% menos volátil que el índice de referencia. Entre las mayores apuestas del fondo están compañías como Acerinox, Gamesa, Técnicas Reunidas o Dia. De hecho, el sector industrial es el que más pesa en su cartera actualmente (un 22%). Una rentabilidad anualizada a tres años del 23% le ha servido para lograr la máxima calificación por parte de Morningstar: un rating de cinco estrellas. Además, esta misma semana acaban de revisar su calificación fundamental y de confirmar una nota de Silver (la segunda mejor). Además, es fácil acceder a él ya que se puede invertir desde tan solo una participación (que según el último valor liquidativo, o sea, el precio al que cotiza son unos 59 euros).

Muy similar es la beta del Aviva Espabolsa, 0,56, esto es, un 44% menos volátil que el mercado. Eso sí, es algo más caro que el anterior, ya que se exige una inversión mínima de 2.000 euros, aunque tiene una comisión de gestión del 0,45%. El tercero menos volátil es Metavalor, un producto mucho más pequeño en cuanto a patrimionio pero que cosecha muy buenos resultados a largo plazo. Su equipo, que sigue la filosofía del value investing, ha conseguido una rentabilidad del 28% anualizada a tres años, y este año lleva un 15%. Exige una inversión mínima modesta, de 60 euros, y cobra una gestión anual del 2%. Estos dos últimos productos que comercializan Aviva y Metagestión tienen, además, cinco estrellas Morningstar.

...Y europea

Los fondos de bolsa internacional recogidos por Morninstar suelen tener betas más elevadas que los nacionales. De hecho, se encuentran muchos más productos que superen el 1. El menos volátil es Petercam Real Estate Europe Dividend, con una beta de 0,67. Se mueve un 33% menos que el mercado, tanto para bien como para mal. Un producto que acumula, aún así, una rentabilidad del 19% a tres años y que tan solo cobra una comisión de gestión del 1,5%. En él se puede invertir desde una participación, que equivale a 164 euros según el último precio. Entre sus mayores apuestas está el sector inmobiliario, que copa el 96 por ciento de su cartera. Su top 10 incluye valores como Altaréa, NewRiver Retail, Argan, Unibail-Rodamco o TLG Immobilien. Por su parte, tiene un rating de tres estrellas Morningstar.

El siguiente menos brusco es Schroder ISF European Dividend Max B, con una beta de 0,72. Entre sus principales posiciones están HSBC Holdings, Tesco, Deutsche Telekom, Legal & General Group y Alstom. En este caso, la inversión mínima son 1.000 euros. También está catalogada con un rating tres estrellas y una comisión de gestión del 1,5%. El mismo rating que el de RAM (Lux) Sys European Equities F, que tiene una beta de 0,74 a tres años. Sus mayorses apuestas son Man Group, Delhaize Group, Hemfosa Fastigheter y BE Semiconductor Industries. Sube un 19% a tres años.