Las bolsas europeas se la juegan con pocas referencias a las que agarrarse. Los principales índices afrontan el cierre semanal ante resistencias que de ser superadas confirmarían la reestruturación alcista.
"Los selectivos desplegaron ayer velas que plantean un inminente contraataque alcista que dé continuidad al giro que vimos a finales de la semana pasada", explica Joan Cabrero, director de estrategia.
Una reestructuración alcista que para ser confirmada exige que "se batan resistencias como son los 11.710 en el DAX 30 alemán o los 3.650 del Eurostoxx 50", según el analista, quien añade que con su superación "se vería confirmado el proceso de reestructuración alcista que venimos defendiendo desde que la semana pasada se formaron patrones de vuelta que sugerían que habíamos visto un suelo en la corrección de las últimas semanas".
Misma situación a la que se enfrenta el Ibex 35. En su caso particular, el nivel técnico que se le exige superar son los 11.480/11.500 puntos, "cuya ruptura confirmaría la vuelta alcista que venimos favoreciendo desde que la semana pasada el selectivo español alcanzara y girara al alza desde la zona de soporte de los 10.850/11.000 puntos (mínimos en 10.928 puntos)", según Cabrero.
"Por encima de los 11.500 puntos todo apuntaría a una reanudación de la tendencia alcista de los últimos meses, siendo los primeros objetivos a valorar la zona de los 11.885 puntos, que son los altos del año y origen de la última corrección, y posteriormente entendemos que es muy probable ver un escenario de continuidad alcista con siguientes objetivos en la zona de los 12.250 puntos", concluye.
Sin embargo, el mercado se encuentra, en este cierre semanal clave, huérfano de grandes referencias. En el aspecto macroeconómico sigue latente el problema griego. ¿Lo último? Las palabras del ministro de Finanzas heleno, Yanis Varoufakis: "La deuda griega no es viable y los pagos del país al Banco Central Europeo (BCE) deberían retrasarse".
También habrá que ver cómo se dirgieren en el parqué las palabras del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, en su visita al Fondo Monetario Internacional (FMI). El italiano advirtió de que los bancos centrales han de ser conscientes del riesgo de que una agresiva política monetaria, incluida la compra masiva de bonos, podría provocar inestabilidad financiera y empeorar la disparidad de ingresos.
Las bolsas europeras sí encuentran un buen reflejo al otro lado del charco, donde el Dow Jones consiguió batir la resistencia que presentaba a la altura de los 18.200 puntos para habilitar la reanudación de la tendencia alcista.