Los principales índices europeos sufrieron fuertes caídas ayer, arrastradas por un mal dato de crecimiento en Estados Unidos. El euro subió con fuerza frente al dólar, algo que también contribuyó a los descensos en el Viejo Continente. Wall Street descendió con menos virulencia.
Los fuertes descensos que se vieron ayer en Europa tuvieron su origen al otro lado del Atlántico. La economía estadounidense sorprendió con un negativo dato de crecimiento cuando se conoció que el gigante norteamericano creció un 0,2% durante el primer trimestre, frente al trimestre anterior, en contraste con las previsiones que apuntaban a un crecimiento del 1% en este periodo.