Los datos de empleo que se publicaron el viernes reflejaron el buen momento que atraviesa la economía estadounidense, lo que podría forzar a la Reserva Federal a incrementar los tipos de interés antes de lo previsto. El mercado muestra cautela ante esta situación, y el Dow Jones cerró el viernes con una fuerte caída que lo acercó a ponerse en rojo en el año. Finalmente, el índice aguantó el tirón y logró no perder todo lo ganado desde el arranque del ejercicio.
En febrero se crearon 295.000 empleos nuevos en Estados Unidos y la tasa de desempleo se redujo hasta el 5,5%, dos cifras que se publicaron el viernes y fueron mejores de lo previsto con anterioridad por los expertos. Esto, en lugar de impulsar a los alcistas en Wall Street, llevó a los principales índices norteamericanos a caer en el parqué durante la última jornada de la semana.