Wall Street no hizo nada el miércoles. Nada que pueda insuflar ánimos a Europa. Pero si el billete verde cae, las bolsas podrían quitarse parte de la sobreventa acumulada. Aunque eso no significaría que se hayan sacudido la debilidad.
¿Rescate o no rescate irlandés? El mercado, aunque ya no se atreve a anticipar nada en precios, está esperando que finalmente Irlanda dé su brazo a torcer y pida ayuda económica. Una noticia que, de confirmarse, puede provocar dos movimientos a corto plazo: una cierta recuperación del euro y un rebote alcista en las bolsas occidentales. Y decimos occidentales porque Asia va por otros caminos.
Sin ese rescate, hoy por hoy, Wall Street no ha dado una excusa convincente para que las bolsas de la zona euro prosigan rebotando. Desde una perspectiva técnica, la subida europea del miércoles no significa nada. Y con Asia tocada sólo hay un cosa que puede servir de aliciente a la renta variable a uno y otro lado del Atlántico: que el dólar de pasos atrás en su ascenso.
Algo que por correlación debería servir de excusa para que la bolsa norteamericana, que no ha podido, corrija parte de la fuerte caída acumulada en los últimos días. Y las materias primas también deberían dar algún paso adelante si la divisa norteamericana cede terreno. El crudo fue especialmente castigado el martes, cayendo más de un 1,5%.
Sin embargo, para que esto suceda, Wall Street también va a tener que mirar hacia la economía. El jueves es un día intenso en datos macroeconómicos, que podrían evitar que el dólar retroceda todo lo que necesitan las bolsas para subir a corto plazo.
Se publican algunos interesantes: las peticiones semanales de desempleo, que se espera que hayan subido, y el índice de indicadores líderes, que también se prevé haya mejorado hasta el 0,5%, desde el 0,3% del dato anterior.
Pueden afectar al dólar, aunque desde la perspectiva de Ecotrader, en este momento existen más posibilidades de que continúe subiendo, más allá de caídas esporádicas contra las principales divisas del mundo, que cayendo.
En cuanto a la renta variable, seguimos siendo cautelosos. La exposición sigue en mínimos, después de haberla recortado hasta el 40%. El aspecto del mercado, con muchas incógnitas abiertas (la dos más importantes son cómo impactarán las medidas de control de la inflación de China y si el plan de Bernanke funcionará), no es alentador.