El pasado 8 de enero las principales bolsas del Viejo Continente iniciaron una fase de consolidación que por el momento se mantiene vigente, a pesar de las subidas que vimos durante la semana pasada. Estas alzas han servido para reforzar nuestra idea de que hay que saber aprovechar caídas a soportes para comprar bolsa en busca de que siga tomando cuerpo el proceso que favorecemos de reconstrucción alcista, que nació en marzo de 2020 y que tiene como primer objetivo llevar al EuroStoxx 50 a los 3.867 puntos, que es donde cotizaba antes del Covid crash.
En este sentido, esta consolidación llevó hace dos semanas a las plazas de París, Milán y Madrid, que son las más débiles de la escena europea, a alcanzar la zona de soporte que representaban los mínimos que marcaron durante el pasado mes de diciembre, como son los 7.660 puntos en el Ibex 35 (mínimos en 7.713).
El alcance de este entorno ya advertimos en distintos análisis dentro de elEconomista que era un lugar óptimo para iniciar nuevas compras orientadas a medio plazo, sobre todo para aquellos inversores que se quedaron fuera del último rally alcista que nació en los mínimos de octubre.
En cualquier caso, no fuimos ni somos todavía partidarios de poner toda la carne en el asador ya que no nos sorprendería asistir a una consolidación más amplia en próximas semanas, no tanto en profundidad sino más bien que consuma mayor tiempo antes de asistir a un nuevo movimiento alcista sostenible.
En próximas fechas no descartamos mayores vaivenes y algún tipo de caída que sea proporcional a la vista en enero y si eso sucede estaríamos ante otra gran oportunidad para comprar más bolsa con una ecuación rentabilidad riesgo muy atractiva y en un mercado para nada sobrecomprado.
De hecho, en Ecotrader comenzamos a valorar la posibilidad de que el EuroStoxx 50 no profundice una eventual caída de los 3.400-3.470 puntos (zona de compra) y en el peor de los casos lo veríamos alcanzar los 3.300 puntos (zona de stop).