La casi inmediata respuesta de los bancos centrales al shock inesperado de la pandemia de coronavirus y el compromiso posterior a no retirar el apoyo monetario hasta que la recuperación económica sea sólida ha inundado los mercados de liquidez, favoreciendo que cientos de compañías tecnológicas de Wall Street que sufrieron pérdidas en 2020 y que tampoco lograrán beneficios en 2021 sumen ganancias en bolsa desde que arrancó el año pasado.
Tanto lo Reserva Federal (Fed) como el Banco Central Europeo (BCE) y el resto de instituciones monetarias en todo el mundo han aplicado medidas expansivas extraordinarias para sostener a los mercados financieros, y evitar que un shock de liquidez o el incremento de los costes de financiación de estados y empresas agraven las consecuencias de la crisis y frenen la recuperación que buscan los estímulos fiscales aplicados posteriormente.